Capítulo 17

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Los días en la casa rural se desvanecieron en una bruma de felicidad y amor. Cada momento con Marc era un regalo, y nos sumergimos en nuestra burbuja de intimidad, disfrutando de cada segundo juntos. Pero, como todas las cosas buenas, nuestro tiempo en ese paraíso privado llegó a su fin, y pronto nos encontramos de regreso en nuestras rutinas habituales.

Volver a la universidad y a los entrenamientos no fue fácil, pero nuestras llamadas y mensajes nos mantenían conectados. Una noche, después de una larga jornada de clases y estudio, recibí una llamada de Marc.

—Hola, amor —dijo, su voz cálida al otro lado de la línea.

—Hola, cariño. ¿Cómo te ha ido el día? —respondí, dejándome caer en mi cama.

—Bien, un poco agotador, pero nada que no pueda manejar. Solo quería escuchar tu voz antes de dormir.

Sonreí ante sus palabras, sintiendo una ola de calidez y amor.

—Yo también quería escucharte. Me haces mucha falta, Marc.

—A ti también, Clara. Pero pronto estaremos juntos otra vez. Tengo una sorpresa para ti —dijo, su voz cargada de misterio.

—¿Una sorpresa? ¿Qué clase de sorpresa? —pregunté, intrigada.

—No puedo decírtelo ahora, pero te prometo que te va a encantar. Solo tienes que esperar unos días más.

Suspiré, sabiendo que Marc adoraba mantenerme en suspenso. Pero también sabía que sus sorpresas siempre valían la pena.

—Está bien, esperaré. Pero más te vale que sea algo increíble —bromeé.

—Lo será, te lo aseguro. Ahora, descansa. Te amo, Clara.

—Te amo, Marc. Buenas noches.

Colgué el teléfono, mi mente corriendo con posibilidades sobre la sorpresa que Marc estaba planeando. Pero mi curiosidad pronto se desvaneció en el sueño, y la semana pasó rápidamente en un torbellino de estudios y actividades.

Finalmente, llegó el día de la sorpresa. Marc me había dicho que estaría en Valencia un par de días para un evento que tenían de  equipo y que tenía un regalo especial para mí. Me sentí nerviosa y emocionada mientras me dirigía al lugar donde habíamos quedado de encontrarnos.

Cuando llegué, vi a Marc esperándome con una sonrisa. Estaba guapísimo, como siempre, y mi corazón dio un vuelco al verlo.

—Hola, amor —dije, acercándome para abrazarlo.

—Hola, Clara. ¿Lista para tu sorpresa? —preguntó, sus ojos brillando con emoción.

—¡Sí, no puedo esperar más! —respondí, riendo.

Marc me tomó de la mano y me llevó a su coche. Condujimos por la ciudad hasta llegar a un lugar que me dejó sin palabras. Era un restaurante elegante con una vista impresionante de la ciudad, decorado con luces suaves y música en vivo.

—Marc, esto es... increíble —dije, sintiendo lágrimas de emoción brotar en mis ojos.

—Sabía que te gustaría. Quería hacer algo especial para ti, para nosotros —respondió, besándome suavemente.

Cenamos bajo las estrellas, disfrutando de la comida, la música y la compañía del otro. La noche era perfecta, y me sentía como en un sueño. Pero mientras la cena llegaba a su fin, noté que Marc parecía inquieto.

—¿Todo está bien, Marc? —pregunté, preocupada.

—Sí, todo está bien. Es solo que... —vaciló, mirando alrededor como si buscara las palabras adecuadas—. Hay algo que necesito decirte, Clara.

Mi corazón se aceleró. Había algo en su tono que me puso nerviosa.

—¿Qué pasa, Marc? ¿Qué es tan importante? —pregunté, intentando mantener la calma.

—Es sobre mi carrera. Algo grande está por suceder, algo que podría cambiar muchas cosas —dijo, sus ojos fijos en los míos.

—¿Qué quieres decir? —insistí, mi ansiedad creciendo.

—He recibido una oferta para unirme a un equipo en el extranjero. Es una oportunidad increíble, pero significaría que tendría que mudarme... muy lejos.

Os dejo con la intriga, sé que Marc está muy bien en el Barça pero quiero darle trama a la historia.

MENORCA//MARC GUIUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora