MENORCA//MARC GUIU

Capítulo 46

El reloj marcaba las seis de la mañana cuando me desperté con una sensación familiar de náuseas. Intenté ignorarla, pensando que podría ser algo pasajero, pero al levantarme, la sensación se intensificó. Mientras me dirigía al baño, sentí una punzada de incertidumbre y esperanza. ¿Podría ser posible?

Decidí hacerme una prueba de embarazo antes de que Lluc y Marc se despertaran. Había guardado una en el armario del baño, justo para estos momentos de incertidumbre. Esperé nerviosamente los minutos necesarios, con el corazón latiendo con fuerza. Cuando finalmente miré el resultado, mis ojos se llenaron de lágrimas de alegría: estaba embarazada.

El día apenas comenzaba, y sabía que hoy sería uno de esos días que recordaríamos para siempre. Marc tenía un partido crucial de la Champions League esa noche en el Camp Nou, y no quería distraerlo antes del partido. Decidí que le daría la noticia después, de una manera especial. Quería que fuera un momento inolvidable.

Pasé el día planeando la sorpresa. Llamé a mi amiga Alicia, quien me ayudó a coordinar los detalles con el club para que todo saliera perfecto. También le pedí ayuda a Héctor para asegurarnos de que Marc no sospechara nada. Decidí grabar todo para nuestro canal de YouTube, ya que sabía que nuestros seguidores también querrían ser parte de este momento especial.

Finalmente, llegó la noche. El estadio estaba lleno de energía y emoción mientras los aficionados se preparaban para el partido. Lluc y yo estábamos en una de las suites privadas del Camp Nou, junto con algunos amigos y familiares. Todos estaban al tanto de la sorpresa, y la anticipación crecía con cada minuto.

El partido comenzó, y Marc estaba en su mejor forma. El Barcelona jugaba con determinación y pasión, y pronto Marc anotó un gol espectacular que hizo vibrar todo el estadio. Mientras lo veía celebrando en el campo, no podía esperar para darle la noticia.

Al final del partido, con el Barcelona victorioso, los jugadores comenzaron a saludar a los aficionados. Fue entonces cuando Héctor me dio la señal. Me levanté con Lluc en brazos y me dirigí hacia el borde del campo, donde un miembro del personal nos estaba esperando para llevarnos al centro del campo.

Cuando llegamos al centro, Marc se giró y nos vio. La sorpresa en su rostro fue evidente, pero lo que no esperaba era lo que venía a continuación. Con una gran sonrisa, saqué una pequeña camiseta del Barcelona con el número "2" y el nombre "Lluc" en la espalda. Levanté la camiseta para que Marc pudiera verla desde donde estaba.

El estadio, ya de por sí ruidoso, se volvió aún más ensordecedor cuando los aficionados se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo. Marc se acercó rápidamente, con una mezcla de emoción y lágrimas en los ojos. Me acerqué a él y, con el micrófono que me habían dado, dije:

—Marc, tengo una noticia que darte. Lluc va a ser hermano mayor. Estoy embarazada.

La reacción de Marc fue todo lo que había esperado y más. Me abrazó con fuerza, besándome y luego levantó a Lluc en el aire mientras los aficionados aplaudían y vitoreaban. Todo el estadio estaba lleno de amor y alegría, y sabía que este sería un momento que nunca olvidaríamos.

—Te amo tanto, Clara. Gracias por darme esta sorpresa increíble —me susurró Marc, con lágrimas de felicidad corriendo por su rostro.

—Yo también te amo, Marc. No puedo esperar para comenzar esta nueva aventura juntos —respondí, sintiéndome más feliz y completa que nunca.

Después del partido, mientras nos dirigíamos a casa, Lluc dormía plácidamente en su asiento de seguridad. Marc y yo no podíamos dejar de sonreír mientras hablábamos de nuestro futuro. La emoción del día aún vibraba en el aire, y sabíamos que teníamos mucho que esperar.

Cuando llegamos a casa, subí el video a nuestro canal de YouTube, titulado "Una Sorpresa en el Camp Nou". Sabía que nuestros seguidores se alegrarían tanto como nosotros al ver el momento en que le di la noticia a Marc. Al ver los comentarios y las reacciones, sentí una profunda gratitud por la comunidad que habíamos construido juntos.

Esa noche, mientras nos acostábamos, Marc me abrazó y susurró:

—No puedo esperar para conocer a nuestro nuevo bebé. Lluc va a ser el mejor hermano mayor.

—Sí, lo será —respondí, acariciando suavemente mi abdomen.

La vida estaba llena de sorpresas, y este día había sido uno de los mejores. Sabía que habría desafíos por delante, pero también estaba segura de que, con Marc a mi lado, podríamos superar cualquier cosa. Estábamos construyendo una familia hermosa, llena de amor, y cada día era una nueva oportunidad para crear recuerdos inolvidables juntos.