Capítulo 18

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—He recibido una oferta para unirme a un equipo en el extranjero. Es una oportunidad increíble, pero significaría que tendría que mudarme... muy lejos- me dijo Marc

Sentí como si el suelo se desvaneciera bajo mis pies. La idea de que Marc pudiera irse, de que nuestra relación pudiera ser puesta a prueba por la distancia, era aterradora.

—¿Cuánto tiempo estarías fuera? —pregunté, mi voz temblorosa.

—Podrían ser años, Clara. Pero es una oportunidad que podría definir mi carrera. No quiero perderte, pero tampoco quiero dejar pasar esto —dijo, su voz llena de conflicto.

Las lágrimas empezaron a acumularse en mis ojos mientras intentaba procesar lo que estaba diciendo. Mi corazón estaba en guerra con mi mente. Quería apoyar a Marc, pero la idea de estar separados durante tanto tiempo era desgarradora.

—Marc... no sé qué decir —susurré, mis manos temblando.

—No tienes que decidir ahora, Clara. Solo quería que lo supieras. No puedo tomar esta decisión sin ti —dijo, tomando mis manos en las suyas.

Nos quedamos allí en silencio, la gravedad de la situación colgando sobre nosotros. La noche, que había comenzado de manera tan mágica, ahora estaba envuelta en incertidumbre y miedo. Sabía que cualquier decisión que tomáramos cambiaría nuestras vidas para siempre.

La semana después de nuestra cena romántica fue un torbellino de emociones. No podía dejar de pensar en la oferta que Marc había recibido y en cómo eso afectaría nuestras vidas. La idea de que se mudara a Manchester para jugar en el Manchester City era a la vez emocionante y aterradora. Significaba un gran paso en su carrera, pero también una gran distancia entre nosotros.

Una noche, después de mis clases, Marc me llamó por videollamada. Su rostro estaba iluminado por una mezcla de emoción y ansiedad.

—Hola, amor. ¿Cómo estás? —preguntó, sonriendo.

—Estoy bien, un poco abrumada, pero bien. ¿Y tú? —respondí, tratando de mantener mi voz tranquila.

—Lo mismo aquí. No he dejado de pensar en lo que hablamos. Quiero que sepas que no quiero que esto nos separe —dijo, su expresión seria.

—Yo tampoco quiero que nos separe, Marc. Pero es una decisión difícil. No sé qué hacer —admití, sintiendo una punzada de dolor en mi pecho.

Marc asintió, comprendiendo mi dilema.

—Lo sé, Clara. He estado pensando mucho y hay algo que quiero proponerte —dijo, su voz firme.

—¿Qué es? —pregunté, sintiendo un nudo en el estómago.

—Quiero que te vengas conmigo a Manchester. No quiero estar sin ti, y creo que podemos hacer que esto funcione si estamos juntos —dijo, mirándome a los ojos a través de la pantalla.

La propuesta me dejó sin palabras. La idea de mudarme a una nueva ciudad, lejos de mi familia y amigos, y dejar atrás mi vida en Valencia, era abrumadora. Pero la idea de estar con Marc, de apoyar su carrera y de empezar una nueva vida juntos, era también increíblemente tentadora.

—Marc, no sé qué decir. Es una gran decisión. Tengo mi carrera, mis estudios... todo aquí —dije, tratando de ordenar mis pensamientos.

—Lo sé, Clara. No te estoy pidiendo que decidas ahora mismo. Solo quiero que lo consideres. Sé que es mucho pedir, pero quiero que estemos juntos —dijo, su voz llena de amor y esperanza.

Pasamos el resto de la noche hablando sobre nuestras opciones, los pros y los contras de mudarnos y cómo podríamos hacer que funcionara. Pero a pesar de nuestras largas conversaciones, no logramos llegar a una conclusión.

Durante los días siguientes, no podía dejar de pensar en la propuesta de Marc. Había momentos en los que estaba segura de que quería estar con él, y otros en los que el miedo y la incertidumbre me abrumaban.

Finalmente, un sábado por la mañana, Marc me llamó y me pidió que nos viéramos. Sabía que no podíamos posponer esta decisión por más tiempo.

Nos encontramos en nuestro café favorito, un lugar acogedor y tranquilo donde habíamos pasado innumerables horas juntos. Marc me recibió con una sonrisa nerviosa y me tomó de la mano mientras nos sentábamos.

—Clara, he estado pensando mucho en esto y quiero que sepas que te apoyo, sea cual sea tu decisión. Pero necesito saber qué piensas —dijo, mirándome con una mezcla de esperanza y preocupación.

Tomé un profundo respiro, tratando de reunir mis pensamientos.

—Marc, te amo y quiero estar contigo. Pero también tengo mis sueños y mis metas aquí en Valencia. La idea de mudarme es aterradora, pero también sé que no quiero perderte —dije, sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos.

—No quiero que sientas que tienes que elegir entre nosotros y tus sueños. Quiero encontrar una manera de hacer que funcione, juntos —dijo, apretando mi mano con fuerza.

Nos quedamos en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos. Finalmente, Marc rompió el silencio.

—Tal vez podamos encontrar un compromiso. Podrías venir a Manchester por un tiempo, ver cómo te sientes y si no funciona, siempre puedes volver. No quiero que sientas que estás renunciando a todo por mí —sugirió.

La idea de un compromiso me dio un poco de esperanza. Podría intentar vivir en Manchester sin renunciar por completo a mi vida en Valencia. Pero aún así, la decisión no era fácil.

—Eso podría funcionar. Pero necesito tiempo para pensarlo y para hablar con mi familia. No puedo tomar esta decisión sola —dije, sintiéndome un poco más tranquila.

Marc asintió, comprendiendo mi necesidad de tiempo.

—Lo entiendo, Clara. Tómate todo el tiempo que necesites. Solo quiero que sepas que te amo y que haré lo que sea necesario para que estemos juntos —dijo, sus ojos llenos de amor y determinación.

Pasamos el resto del día juntos, disfrutando de cada momento y tratando de no pensar en la gran decisión que nos esperaba. Aunque el futuro era incierto, una cosa era segura: nuestro amor era fuerte y estábamos dispuestos a luchar por él.

Esa noche, mientras me despedía de Marc, sentí una mezcla de emociones. Sabía que tenía que tomar una decisión pronto, pero también sabía que no estaba sola en esto. Tenía a Marc a mi lado, y juntos encontraríamos la manera de superar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino.

¿Qué aventura les deparará a mis niños?, ya sabéis darle ⭐, vos estime.

MENORCA//MARC GUIUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora