El 23 de mayo amaneció soleado en Manchester, una rara bendición que coincidía con mi cumpleaños número 19. Me desperté sintiendo una mezcla de alegría y anticipación. A lo largo del último año, mi vida había dado un giro inesperado, y este día marcaba un nuevo comienzo en muchos sentidos.
Marc se había levantado temprano, lo que no era inusual dado su régimen de entrenamiento. Sin embargo, había algo en su comportamiento que me hizo sospechar que estaba planeando algo. Desayunamos juntos, y aunque intenté sacarle alguna pista sobre sus planes para el día, él se mantuvo evasivo, sonriendo misteriosamente cada vez que preguntaba.
—Solo relájate y disfruta de tu día —dijo, dándome un beso en la frente—. Te prometo que será especial.
Después de desayunar, decidí salir a caminar un poco por el barrio. Me encantaba explorar las calles y tiendas locales, y en este día soleado, todo parecía más brillante y lleno de vida. Mientras caminaba, mi mente vagaba hacia el futuro. Había terminado mi primer año de estudios de diseño de moda, y el embarazo había añadido una capa de emoción y expectativa a nuestra vida.
Al volver a casa, noté algo diferente. La puerta estaba ligeramente entreabierta, y un murmullo de voces provenía del interior. Mi corazón latió más rápido mientras empujaba la puerta y entraba al salón.
—¡Sorpresa!
Un coro de voces estalló a mi alrededor, y me quedé atónita al ver a mis amigos y familiares llenando la sala, todos con sonrisas radiantes y globos de colores brillantes. Marc estaba en el centro de todo, con una sonrisa enorme en su rostro.
—Feliz cumpleaños, Clara —dijo, acercándose para abrazarme.
Las lágrimas de alegría llenaron mis ojos mientras abrazaba a Marc, sintiéndome abrumada por la sorpresa y el amor que me rodeaba. Mis padres estaban allí, junto con los padres de Marc, Rosi y Manel, y su hermana Emilia. Mis amigas de Valencia, María y Alicia, también estaban presentes, así como Héctor, Pedri, y Gavi, amigos de Marc del Barça.
—¡No puedo creer que todos estén aquí! —exclamé, abrazando a cada uno en turno.
—Por supuesto que estamos aquí, querida —dijo mi madre, sonriendo—. No nos perderíamos tu cumpleaños por nada del mundo.
La sala estaba decorada con guirnaldas y flores, y una mesa larga estaba cubierta con comida deliciosa y un enorme pastel de cumpleaños. Marc había pensado en todo, incluso había organizado un pequeño rincón con regalos.
—¿Te gusta la sorpresa? —preguntó Marc, sus ojos brillando con felicidad.
—Me encanta, Marc. Es perfecto —respondí, sintiéndome más feliz de lo que había estado en mucho tiempo.
Mientras la fiesta continuaba, mis amigos y familiares se acercaron a felicitarme por mi cumpleaños y también por el embarazo. Todos estaban emocionados por la noticia y llenos de buenos deseos.
—¡No puedo creer que ya hayas terminado tu primer año de diseño de moda! —dijo María, abrazándome—. ¡Y ahora vas a ser mamá!
—Sí, ha sido un año increíble —respondí, sonriendo.
—Tienes tanto talento, Clara —dijo Alicia—. Estoy segura de que serás una diseñadora maravillosa, además de una gran mamá.
La tarde transcurrió en una maravillosa mezcla de risas, charlas y momentos especiales. Mis padres se acercaron a mí en un momento, y mi madre me abrazó con fuerza.
—Estamos tan orgullosos de ti, Clara —dijo, con lágrimas en los ojos—. Has crecido tanto y estás manejando todo esto con tanta gracia.
—Gracias, mamá. No podría haberlo hecho sin todo el amor y apoyo que me han dado —respondí, emocionada.
—Y Marc es un gran hombre —dijo mi padre, poniendo una mano en mi hombro—. Sabemos que te cuidará bien.
Miré a Marc, quien estaba charlando con Héctor y Gavi, y me sentí increíblemente afortunada de tenerlo en mi vida. Él era mi roca, mi compañero, y el padre de nuestro futuro hijo.
A medida que el sol comenzaba a ponerse, la fiesta se trasladó al jardín. Marc había preparado una barbacoa, y todos disfrutaban del aire fresco y la buena compañía. Sentada bajo las luces colgantes, rodeada de personas que amaba, me sentí completamente en paz.
Hacia el final de la noche, cuando los últimos rayos del sol se desvanecían, Marc se levantó y pidió la atención de todos.
—Gracias a todos por estar aquí para celebrar el cumpleaños de Clara y nuestro próximo bebé —dijo, su voz llena de emoción—. Este ha sido un año increíble, y no podría estar más feliz de compartir mi vida con Clara. Ella es mi todo, y estoy muy emocionado por lo que el futuro nos depara.
Las lágrimas rodaron por mis mejillas mientras miraba a Marc, sintiendo una oleada de amor y gratitud. Todos aplaudieron y se acercaron a darnos sus bendiciones y buenos deseos.
Finalmente, cuando la noche se volvió más tranquila y la mayoría de los invitados se despidieron, Marc y yo nos quedamos solos en el jardín. Nos abrazamos bajo las estrellas, disfrutando del silencio y la serenidad del momento.
—Gracias por el mejor cumpleaños de mi vida —le dije, mirándolo a los ojos.
—Te mereces todo eso y más, Clara. No puedo esperar para ver qué nos depara el futuro —respondió, besándome suavemente.
Nos quedamos así, abrazados, sabiendo que aunque el camino podría tener sus desafíos, juntos podríamos enfrentar cualquier cosa. Mi cumpleaños había sido más que una celebración; había sido un recordatorio de todo el amor y apoyo que nos rodeaba y de la increíble aventura que nos esperaba con nuestro bebé en camino.
Clara se nos empieza a hacer ya mayor, ya sabéis darle ⭐, vos estimee.
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MENORCA//MARC GUIU
RomancePara celebrar su cumpleaños número 18, sus padres le regalan unas vacaciones en la isla, junto sus amigas María y Alicia. Emocionada, Clara llega a Menorca y queda maravillada con sus playas cristalinas, paisajes impresionantes y la calidez de su ge...