El día siguiente a nuestra conversación fue una mezcla de emociones. Me sentía más tranquila después de hablar con Marc y con mis amigas, pero los rumores aún rondaban en mi mente. Traté de concentrarme en mis clases y en mis proyectos de diseño, pero cada vez que tenía un momento libre, mi mente volvía a la imagen de Marc en la prensa.
Ese viernes por la tarde, mientras estaba en mi apartamento trabajando en un diseño para mi próxima clase, escuché un golpe en la puerta. No estaba esperando a nadie, así que me dirigí a abrir con una mezcla de curiosidad y sorpresa. Al abrir la puerta, mi corazón casi se detuvo.
—¿Marc? ¿Qué haces aquí? —pregunté, mi voz apenas un susurro.
Marc estaba allí, con una expresión seria pero determinada en su rostro. Sin decir una palabra, dio un paso adelante y me envolvió en un abrazo firme. Sentir sus brazos alrededor de mí después de tantos días de incertidumbre fue un alivio indescriptible.
—Clara, no podía esperar más. Tenía que verte y hablar contigo en persona —dijo, su voz sonando con una mezcla de urgencia y ternura.
Nos quedamos allí, abrazados en la puerta, por lo que pareció una eternidad. Finalmente, lo invité a entrar y nos sentamos en el sofá. Marc tomó mis manos entre las suyas y me miró a los ojos, su mirada llena de sinceridad y amor.
—Clara, lo siento mucho. No quería que pasaras por esto sola. Los rumores son solo eso, rumores. No hay nadie más para mí. Solo tú —dijo, su voz temblando ligeramente.
—Marc, entiendo que no puedes controlar lo que dicen los medios, pero me hizo sentir insegura. La distancia es difícil y esto lo hizo aún más complicado —respondí, dejando que mis emociones fluyeran libremente.
—Lo sé, Clara. Y por eso estoy aquí. Quiero que sepas que estoy comprometido contigo. No dejaré que nada ni nadie se interponga entre nosotros —dijo, apretando mis manos con más fuerza.
Sentí una oleada de alivio y gratitud al escuchar sus palabras. Sabía que Marc estaba siendo sincero y que su amor por mí era real. Nos quedamos en silencio por un momento, simplemente mirándonos a los ojos y dejando que nuestras emociones hablaran por nosotros.
—Gracias por venir, Marc. Esto significa mucho para mí —dije finalmente, con lágrimas de alivio en mis ojos.
—Siempre, Clara. Siempre estaré aquí para ti —respondió, acercándose para besarme suavemente.
El beso fue lento y lleno de sentimiento, una reafirmación de nuestro amor y compromiso. Sentí que todas las dudas y miedos se desvanecían mientras nos entregábamos a ese momento.
Sin decir una palabra más, Marc me levantó en sus brazos y me llevó a la habitación. Cerramos la puerta detrás de nosotros, dejando fuera todas las preocupaciones y el ruido del mundo exterior. Nos besamos con más intensidad, cada caricia y cada susurro reafirmando nuestro amor y nuestra conexión.
Nos despojamos de nuestra ropa lentamente, disfrutando de la cercanía y el calor de nuestros cuerpos. Marc me miró a los ojos con una pasión que hizo que mi corazón latiera con fuerza.
—Te amo, Clara. Siempre te amaré —susurró, su voz cargada de emoción.
—Yo también te amo, Marc. Más de lo que puedes imaginar —respondí, dejando que mis palabras expresaran todo lo que sentía.
Esa noche, nuestras almas se unieron de una manera que nunca antes habíamos experimentado. Hicimos el amor con una intensidad y una ternura que nos dejó sin aliento, reafirmando nuestro compromiso y nuestra pasión.
Cuando finalmente nos quedamos dormidos, abrazados bajo las sábanas, sentí una paz y una felicidad que no había sentido en mucho tiempo. Sabía que, aunque la distancia y los rumores podían ser desafiantes, nuestro amor era lo suficientemente fuerte para superar cualquier obstáculo.
Al amanecer, desperté con la sensación del cuerpo de Marc contra el mío. Me giré para verlo y me encontré con sus ojos marrones mirándome con ternura.
—Buenos días, amor —dijo, acariciando mi mejilla.
—Buenos días —respondí, sonriendo.
Nos quedamos en la cama, hablando y riendo, disfrutando de la simple alegría de estar juntos. Marc me contó sobre sus planes para la próxima temporada y yo le hablé de mis proyectos en la universidad. Sentí que, sin importar lo que el futuro nos deparara, estábamos listos para enfrentarlo juntos.
Esa mañana, mientras el sol se filtraba por las cortinas y llenaba la habitación de luz, supe que había encontrado algo único y precioso en Marc. Nuestro amor no solo era fuerte y apasionado, sino que también estaba basado en una profunda comprensión y apoyo mutuo. Y con esa certeza, supe que podíamos superar cualquier cosa, siempre y cuando estuviéramos juntos.
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MENORCA//MARC GUIU
Lãng mạnPara celebrar su cumpleaños número 18, sus padres le regalan unas vacaciones en la isla, junto sus amigas María y Alicia. Emocionada, Clara llega a Menorca y queda maravillada con sus playas cristalinas, paisajes impresionantes y la calidez de su ge...