El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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IM NAYEON'S POV:
Jeongyeon y yo hoy cumplimos dos meses estando juntas como pareja, así que hemos decidido que es el día de decírselo a nuestra hija. No mentiré; estoy muy nerviosa. No sé cómo reaccionará a ello, porque si bien, sé que esto es lo que ella ha estado deseando durante mucho tiempo, el que se haya hecho realidad es algo completamente distinto. Nuestra vida como familia cambiará desde hoy dependiendo de cómo Ryujinnie se sienta con nuestra relación, y eso, inevitablemente, me asusta. Nunca antes me detuve a pensar en lo mucho que mi vida amorosa ha cambiado desde que la maternidad llegó a mí, ha impactado incluso en las más pequeñas decisiones que tome románticamente.
Mientras yo compro algo para que comamos en casa, Jeongyeon ha ido a retirar a nuestra pequeña a la escuela, me dejó su automóvil para que pueda trasladarme con mayor eficacia; siendo uno de sus objetivos el caminar junto a nuestra hija, buscando conocer su estado de ánimo y saber si es el momento indicado para que le contemos sobre nosotras. Hemos decidido que hoy consentiremos a Ryujin, todo con el fin de que se sienta en un espacio más cómodo y agradable a la hora de que le soltemos la noticia. Ya que, en caso de que su reacción sea la que esperamos, queremos pedirle su opinión acerca de que yo vuelva a vivir de forma permanente en casa.
Estamos dando grandes pasos a la reunificación de nuestra familia, a que todo sea incluso mejor que antes; Jeongyeon y yo estamos ansiosas por poder seguir con los planes que dejamos estancados por nuestro divorcio. A los cuales, obviamente, tendremos que agregar un posible matrimonio. No hemos charlado a detalle sobre todo lo que queremos hacer juntas, porque es demasiado y el tiempo que pasamos en privado lo aprovechamos para hablar de otro tipo de cosas. Pero, si todo sale a nuestro favor, espero que podamos ponernos de acuerdo en ello. Planear un futuro con Jeongyeon es todo lo que quiero en este instante.
La chica detrás del mesón llama mi nombre, por lo que me acerco con rapidez para poder retirar mi pedido. Las hamburguesas son algo que a Ryujin le fascinan, y como no las suele comer, he llevado una buena porción para que se sirva hoy. Además, también he comprado kimbap y tiramisú para el postre. Ha resultado doloroso para mi bolsillo, pero sé que valdrá la pena para el disfrute de Ryujinnie y para que se sienta conforme al enterarse de que sus madres han decidido volver a tener una relación romántica.
Me meto en el automóvil, acomodando las cosas en el asiento del copiloto, percatándome de que nada se vaya a caer en cuanto comience a manejar. La foto que cuelga desde el espejo me distrae, sigue siendo la misma que Jeongyeon ha tenido siempre. Ryujin tenía dos años, su risa quedó reflejada ahí, mientras nosotras dos sonreíamos a la cámara. Jeongyeon logró que nuestra bebé se quedara sentada en su lugar con mucho esfuerzo, y para que riera de esa forma le comenzó a hacer cosquillas. Aquel día disfrutamos mucho como familia, más que nada porque Ryujin ya sabía hablar con mayor fluidez, y no paraba de narrar todo lo que veía, delatando a algunas personas en el camino; siendo el más memorable un anciano que se rascaba la parte interior de su nariz... Ryujin repitió exactamente lo que Jeongyeon dijo:
