El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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YOO JEONGYEON'S POV:
Estos últimos días han estado llenos de idas a la clínica de fertilidad para hacer revisiones y controles al respecto de nuestra decisión de hace unos días; en este momento, Nayeon y yo ya hemos comenzado a inyectarnos los estimulantes, siendo éste el sexto día. Ryujin ha querido acompañarnos a las consultas de vez en cuando, pero por obvias razones, hemos tenido que negarnos a ello. El acostumbrarse a ser una familia nuevamente ha sido divertido, no tan difícil como lo imaginé, pero de todas formas, algo extraño; hacía mucho tiempo que no me sentía así de cómoda.
En mi trabajo quieren ascenderme de puesto, dejándome a cargo de todo el departamento de cirugía. La jefa de cirugía... ¿Quién lo diría? De todas formas, tuve que pedirles un tiempo para pensarlo; porque con mis planes de quedar embarazada pronto y mi familia volviendo a unirse no tendré el tiempo que se requiere para poder ser jefa de todo el departamento de cirugía. La vez que fui reemplazo del jefe de cirugía general fue bastante difícil, apenas pude con todo lo que tenía que hacer, y ahora quieren que lidere no solo a mi área, sino que a todas las demás. Es mucho trabajo para una persona que quiere equilibrar su vida familiar y laboral, así que probablemente terminaré rechazando la oferta.
Por otra parte, en el hospital las cosas parecen haber vuelto a la normalidad: ya no tengo a la insoportable de ginecología persiguiéndome siempre, aunque sí que han habido veces en las que me guiña el ojo desde lejos, recibiendo mi amable dedo medio; Mina ha vuelto a trabajar, después de un par de semanas en los que se vio envuelta en algunos temas familiares debido a la nueva pequeña que han adoptado, aunque al parecer, no todas son buenas noticias, porque uno de sus pacientitos ha vuelto a caer enfermo después de un largo tiempo en el que estuvo con tratamientos que le dieron su recuperación; y, por otra parte, los accidentes masivos no han sido tan recurrentes como hace un tiempo atrás.
Mi madre se encuentra a un lado de mí en este momento; ha decidido hacer su tratamiento en el hospital en el que trabajo, ya que me ofrecí a acompañarla, ella quiso brindarme un poco de comodidad para que no tenga que trasladarme desde mi trabajo hasta donde ella estuviera. Al menos, su tratamiento es después de mi horario de trabajo, así que puedo estar en todo momento a su lado.
— Jeongyeon, hija... —mi madre toma mi mano, provocando que mi mirada se vaya directamente hacia ella—. Gracias por haber insistido.
Mi corazón se estruja dentro de mi pecho por las palabras de mi madre; siempre lo hace cuando ella se pone emocional conmigo. Sus tratamientos no son recientes, sino que los empezó la semana siguiente a nuestra reunión, pero cada vez que la acompaño ella encuentra la forma de agradecerme nuevamente. Muchas veces me ha hecho llorar por sus palabras en mi asiento de acompañante, mis colegas han sido bastante comprensivos y amables conmigo, cosa que aprecio mucho; y sobre todo ahora que mi tratamiento hormonal ha comenzado.
Decido no decir nada, sino que en lugar de eso tomo la mano de mi madre, acariciándola. Ella me sonríe con cariño, su mirada llena de orgullo.
— Pequeña... No quiero que hagas tú la cirugía —me comenta ella luego de un rato, su actitud relajada me confunde—; estarás embarazada para esas fechas y yo no quiero causarte un malestar... Hablaré con la oncóloga en cuanto venga a verme.
