El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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IM NAYEON'S POV:
Durante la noche, cada vez que recordé lo que mi hija aprendió de su amiga, sentí grandes impulsos de reír, y no me contuve una vez Jeongyeon y yo estuvimos en la privacidad de nuestra habitación. A veces en serio me cuestiono si mi bebé realmente no sabe lo que ciertas cosas significan, pero en cuanto llega con cosas así, me doy cuenta de que ella tiene una travesura inocente, una de la que muchas veces ella ni siquiera es consciente. Ella sonreía como si fuese algo maravilloso lo que Jisu le enseñó, estaba orgullosa de su descubrimiento y de su nuevo mecanismo de defensa, tanto así que me fue difícil tener que decirle que eso no era algo que pudiese hacer siempre. Lo bueno es que ella pudo comprenderlo, y no insistió en seguir haciéndolo si no era necesario para su defensa.
Jeongyeon y yo permanecimos frente a frente, yo aprovechando cada instancia para poder sentir más el bulto en su panza, que cada vez se hace más notorio. Ya vamos en la mitad del camino, por lo que ella ya ha tenido cambios notorios en su cuerpo, los cuales me hacen verla cada vez más tierna, aunque ella no se sienta así totalmente. Me he asegurado de mimarla siempre que puedo, y cuando ella estuvo sintiéndose mal por un tiempo, traje detalles para ella cada vez que volvía del trabajo; sandías o mandarinas –que era lo que más le gustaba comer–, flores, ropas holgadas, libros, ropas para el bebé, entre otros. Todos los días sin falta, buscando poder darle un poco de luz a su día después de tanto malestar.
Cuando nos quedamos dormidas, ella me dio la espalda, y yo me aferré con todo mi cariño a ella. Durmiendo en una de nuestras posiciones favoritas.
Al despertar en la mañana, nos hallamos con nuestra hija en la puerta de nuestra habitación, con su peluche a la rastra y su cabello completamente desordenado. Una vez me doy cuenta de que ella está llorando, le hago un hueco en la cama para que pueda estar en medio de nosotras. Aparentemente, no se está sintiendo muy bien; tiene sus ojitos con lagañas, una tos seca y un poco de temperatura alta. Cuando quise pararme para poder atender a sus síntomas, ella me lo impidió, agarrándome con fuerza de mi blusa para que no pueda salir de la cama. Terminamos quedándonos dormidas, y todas pasamos del horario para poder ir a nuestro último día de semana en la escuela/trabajo. A Jeongyeon le han dado más flexibilidad por estar embarazada y por su estado mental, así que puede ir si lo desea o no, yo debería ir para poder apoyar a mi empleada en la tienda, pero con enviarle un mensaje avisando que llegaré tarde es suficiente, mientras que a Ryujinnie tendré que excusarla por haber faltado a clases.
Unas horas más tarde, ya estamos tomando desayuno, a Ryujin se le pasó la fiebre, pero sigue estando con tos. Mina accedió a hacerle una consulta en un rato más, pero en cuanto veo nuestro calendario, me acuerdo de algo para lo que hemos sacado una hora hace ya bastante tiempo.
— En media hora tenemos que estar con la obstetra —le digo a Jeongyeon, alarmada porque ninguna de las dos lo recordó antes.
