El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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YOO JEONGYEON'S POV:
Después de la consulta, pasamos a un parque para que Ryujinnie pudiese jugar un rato, y entre las tres, tuvimos un momento agradable de diversión en conjunto. Como era de esperarse, no tuve más aguante para seguir corriendo detrás de mi hija. Y un par de horas después, las tres estuvimos con un hambre inaguantable, por lo que decidimos que comeríamos fuera de casa, como una forma de poder festejar este día tan bonito. Ryujin pidió pizza, de la cual pude comer porque, para mi fortuna, no me provocó ninguna mala reacción. Mi pequeña no podía parar de reír porque estaba comiendo pizza después de faltar a la escuela, como si fuese algo que nunca pensó que podría ocurrir, ya que pocas veces falta a un día de clases.
Nayeon invitó a nuestras amigas a casa en la tarde, como algo pequeño en lo que pudiéramos revelarles el sexo del bebé. No quise algo muy grande, ya que no me siento con la suficiente energía como para preparar algo más, así que lo haremos como siempre; una pequeña reunión en la que nos contamos todo lo que sucedió en la consulta, y si decidimos festejarlo, será otro día, uno en el que podamos organizarnos con tiempo. Desde el inicio lo hemos hecho de esa forma; antes de que nacieran las primeras bebés en nuestro grupo, teníamos el plan de algo íntimo entre amigas, para después poder festejar en grande la venida del bebé, ya sabiendo qué sería. Así lo hemos hecho todos estos años, y por primera vez, será Tzuyu quien también lo viva como una experiencia suya.
Nayeon y yo compramos bastante comida la primera vez, y le revelamos el sexo a nuestras amigas como algo casual, en una pijamada. Una semana después, vino el festejo para celebrar la venida de nuestra Ryujinnie. No fue algo muy escandaloso, sino que solo queríamos contarle a nuestras personas más cercanas que estaríamos teniendo una princesa en casa; así será una vez más, aunque dudo que me sienta de humor como para un festejo de esa magnitud. Y si es así, probablemente la agendemos para el próximo mes, porque en estos momentos no quiero recibir a mucha gente siendo anfitriona.
Estoy muy feliz por mi bebé, saber que viene otra pequeña a casa para complementar la felicidad que nuestra Ryujinnie nos da me hace sentir como en las nubes. Pero el embarazo me ha hecho muy poco tolerable a ciertas cosas, y físicamente muy cansada. Quiero esperar, al menos, hasta el próximo mes para poder darle la celebración que se merece a esta bebé. Probablemente ya tener un nombre elegido para ella y poder enseñárselo a quienes sean invitados. No solo eso, sino que Tzuyu y yo planeamos festejar juntas, porque ninguna se siente con los suficientes ánimos como para ser la única anfitriona.
En la tarde, mis amigas llegaron, cada una con sus hijas, que se saludaron con emoción al verse. Ryujin las llevó a su habitación para poder tener su propia «fiesta del té», en el cual quienes ya son hermanas mayores le darán consejos a mi pequeña. Ellas han hecho sus propias reglas, y nosotras decidimos no interferir demasiado en eso.
Nosotras nos quedamos en la sala de estar, comiendo snacks y poniéndonos al día. Nayeon en un momento les llama la atención, y ya como es de costumbre, todas saben de qué se trata.