El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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YOO JEONGYEON'S POV:
Dormí con Nayeon durante toda la noche. Después de darme cuenta de que ambas estábamos despiertas, decidí que Ryujinnie podría dormir sola por esta noche, parecía que su sueño era pesado, así que me levanté de la cama y fui directamente a mi habitación. Cerré la puerta con seguro, ya que no quería que nuestra hija nos viera por accidente mientras dormimos juntas.
Debo admitir que ha sido la mejor noche en mucho tiempo. Dormí en los brazos del amor de mi vida, sintiendo los latidos de su corazón bombear con fuerza, sintiéndome cálida y segura junto a ella. Al principio, tan solo nos quedamos mirando a los ojos de la otra sin decir palabra, como si fueran dos pares de las estrellas más brillantes; compartimos un par de besos, y cuando mis ojos ya se sentían demasiado pesados, me acurruqué en su pecho. Con sus caricias en mi cabello y un brazo sobre mi cuerpo pude caer en el reino de los sueños sin sufrir ningún tipo de daño.
En mis sueños, se repetía una y otra vez lo sucedido con mis amigas... No es algo que yo pueda vivir alguna vez, porque mi hija no es adoptada, y tampoco hay posibilidad de un embarazo accidental. Debe ser duro el enterarse de esta forma que su hija no ha venido sola al mundo, y que ahora, por una irresponsabilidad de parte de terceros, su vida se verá completamente cambiada. Y no solo la de ella, sino que también su dinámica como madres será distinta. Si deciden que la niña se quedará con ellas, tendrán que tratar el trauma que la otra familia ha dejado, y será difícil que la niña pueda verlas como su nuevo entorno familiar, ya que ya ha sido criada de una forma y con ciertas personas en su espacio.
Lo primero que hice al despertar fue pensar en eso. Una niña sufriendo la crueldad de quienes se suponían que debían protegerla, y ahora la han dejado a su suerte. Al menos, sé que Mina y Chaeyoung son buenas personas y que ellas le ofrecerán todo a su alcance para hacerla sentir bien, pero por otra parte, no se sabe cómo Chaeryeong reaccionará a la noticia, y mucho menos todo lo que la niña tendrá que vivir para poder afrontar todo esto.
Nayeon seguía durmiendo, por lo que me levanté en silencio para preparar el desayuno. Mi trabajo comienza en un par de horas, así que Ryujin aún tiene tiempo para poder dormir. Cocinando los pancakes tampoco pude dejar de pensar, era simplemente algo que no podía abandonar mi cabeza.
Una niña llegando de la nada a la familia de Mina y Chaeyoung.
No puedo siquiera imaginar lo difícil que debe ser.
Aunque, por otro lado, esto me ha hecho pensar en mi maternidad. La he disfrutado tanto... Realmente quería poder llevar a cabo el «proyecto» que Nayeon y yo teníamos para este año. Y no ayuda en nada el hecho de que Ryujinnie haya pedido una hermana anoche. Esta vez sería mi turno, probablemente ahora estaría en espera.
El día en el que Nayeon y yo nos enteramos de su embarazo fue el mejor que hayamos podido vivir. Lo habíamos esperado durante tanto tiempo, pasamos por muchas cosas bastante difíciles para poder llevarlo a cabo, y cuando vimos los resultados, tan solo lloramos de la emoción. Esa noche nos dormimos tarde, abrazadas, y por sobretodo, jamás dejamos de «tocar» a nuestro bebé, pese a que el vientre de Nayeon se encontraba plano en ese momento. Nos imaginamos cómo sería nuestra vida desde entonces, lo que cambiaría y todo lo que significaría para nosotras ese proceso. Los síntomas, las preparaciones para la llegada del bebé, su nacimiento, el desarrollo de su infancia... Planificamos el resto de nuestra vida en ese instante.
