El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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IM NAYEON'S POV:
Mina llegó un par de horas después para avisar que Ryujinnie estaba despierta, y sin dudarlo un solo segundo, le pedí que me ayudase a bajar la cama. Ellas se negaron, y en lugar de que yo siga arriesgando mi salud física y sufriendo dolores, han accedido a que mi bebé sea quien venga hasta acá; considerando que ella está en mucho mejor estado que yo.
He dejado un pequeño espacio en mi cama para que Ryujinnie pueda subirse, y cuando ella llega, Mina tiene que controlarla para que no se baje tan rápidamente de su silla. Nos abrazamos con fuerza al estar juntas, y su forma de olerme me causa cosquillas, recordándome a su gato cuando llegamos de un lugar nuevo. Mina y Jeongyeon hablan alejadas de nosotras, mirando de vez en cuando hacia donde estamos, y aunque me genera curiosidad, decido no decir nada.
— ¿Puedo dormir hoy contigo, mami? —pregunta mi hija, con una voz mucho más aniñada para convencerme.
— Tenemos que preguntarle al médico, bebé.
Ella forma un puchero y apoya su cabeza en mi pecho; algo que le gusta hacer cada vez que se acuesta junto a mí, el poder escuchar mi corazón latir es algo que desde pequeña le ha fascinado hacer, así como con Jeongyeon. Le gusta el patrón que siguen los latidos, y sobre todo, asegurarse de que estamos junto a ella.
El primer día que llegamos a casa con Ryujinnie, ella era tan pequeña que nosotras temíamos al dejarla sola en su cuna, la solución que ideamos ese mismo día fue que durmiera sobre nosotras. De todas formas, a ella no le gustaba dormir sola, prefería estar sobre el cuerpo de una de nosotras, y se tranquilizaba mucho más cuando su cabecita quedaba sobre mi pecho; la conexión que teníamos por el hecho de que ella estuvo nueve meses dentro de mí era encantadora, y yo sentía que me derretía cada vez que la tenía en mis brazos. Era una bebé tan pequeña, tan dulce, y muy parecida a Jeongyeon. En este momento, siento como mi pequeña bebé ha regresado a mí; o al contrario, yo he regresado a ella.
Mi corazón no puede más con todo el amor que tengo por ella, y el orgullo que siento por ser su madre. He cambiado desde que Ryujinnie nació, pero todo ha sido para mejor; no podría imaginar una vida sin ella, sin mi pequeña bebé, la niña que llegó para enseñarme que existe una diversidad en tipos de amores, y que pueden llegar a ser igual de grandes a pesar de sus diferencias.
Jeongyeon y Mina terminan de hablar, por lo que se acercan a nosotras, pretendiendo que nada ha sucedido. Yo no soy tonta, así que sé que algo está pasando y no lo quieren decir, y pese a eso, no pregunto nada. Mi bebé está despierta y muy atenta, así que voy a evitar causarle preocupaciones innecesarias. De todas formas, probablemente esta noche no dormirá conmigo, así que ese será el momento en el que Jeongyeon y yo hablaremos.
— Tía Mina, ¿puedo dormir con mi mamá hoy? —Ryujin pregunta, sabiendo que al único médico que podría convencer, de una u otra forma, es Mina—. Te prometo que me voy a comportar muy bien.
