# fourty six

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IM NAYEON'S POV:

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IM NAYEON'S POV:

Hoy en la mañana salimos temprano hacia la playa; le habíamos prometido hace un tiempo un viaje a Ryujinnie entre las tres, tratando de recuperar todo el tiempo que perdimos. Ella se despertó temprano, emocionada por partir lo antes posible; tenía su mochila lista con todo lo que iba a necesitar en el viaje, principalmente juguetes y cuadernos para pintar, además de su cámara para poder registrar todo lo que pareciera llamativo ante sus ojos. Incluso, mientras ambas nos preparábamos para poder partir, Ryujinnie preparó un desayuno ligero; un trozo de pan para cada una con mermelada, y una fruta. Sencillo, pero que realmente hizo que nuestros corazones se sintiesen cálidos.

Esa acción nos hizo dar cuenta de lo mucho que nuestra bebé ha crecido. Ya no es la misma niña que solía depender completamente de nosotras para todo, ahora es ella quien prepara nuestros desayunos para que salgamos antes de casa, y prepara sus cosas para poder divertirse en el viaje. Ella realmente ha crecido, y creo que eso está siendo más impactante de lo que creí que sería.

Hace tan solo un tiempo atrás ella no quería dejarme ir de casa, no quería que nos separáramos siquiera en la escuela, le gustaba que la ayudásemos a preparar sus útiles escolares, a dejar todo listo para el próximo día y, básicamente, quería recibir ayuda para la mayor parte de tareas que realizaba. Ahora, muchas de esas cosas las hace sola, y cuando nosotras estamos haciendo algo, es ella quien se ofrece a ayudarnos. Jeongyeon y yo muchas veces tan solo la observamos por un largo rato, queriendo asegurarnos de que nuestra bebé sigue ahí, creciendo, pero ahí. Sabemos que, eventualmente, ella no necesitará de nosotras para hacer la mayoría de las cosas que ahora hace en conjunto con sus madres, pero no queremos que ese momento llegue aún; es difícil aceptarlo.

Cuando era tan solo una bebé, ella requería de nuestra asistencia incluso para alimentarse, cuando creció, empezó a comer por sí sola, con un utensilio que aprendió a ocupar con rapidez. Nos sentimos orgullosas de todo lo que ella ha aprendido y logrado, definitivamente, pero la nostalgia suele invadirnos en muchas ocasiones.

En el auto, ella puso música, buscó sus canciones favoritas y las colocó para que todas cantemos en conjunto. Tomó algunas fotos de nosotras, mientras Jeongyeon manejaba –ya que aún no confía lo suficiente en mi capacidad motora como para hacerlo por mi cuenta–, y mientras yo le ponía el arnés a Zanahoria para sacarlo a pasear en la playa. Por supuesto, el gato nos acompañó en este viaje.

— Chaeryeong dijo que iba a adoptar un gatito también —comentó nuestra hija, provocando confusión tanto en Jeongyeon como en mí.

— ¿Mina no es alérgica a los gatos? —preguntó Jeongyeon, sacando a relucir el cuestionamiento que ambas teníamos dentro; Chae adora los gatos, pero nunca pudo tener uno en casa porque Mina es alérgica.

— Dijo que iba a sorprender a sus mamás con Chaeyeon.

Aquella revelación nos hizo reír a ambas, la inocencia de aquellas niñas es algo que definitivamente es cómico de presenciar. Suelen hacer muchas travesuras juntas, inocentes y no muy dañinas para la integridad de sus madres. En un principio, nadie creyó que ellas lograrían tener una relación así de bonita después de lo complicado que fue el momento en el que se conocieron. Ahora, tendremos que avisarle a Mina que sus hijas están planeando llevar un gato, no para arruinar su sorpresa, sino que para que no se decepcionen cuando Mina tenga que devolver al gato o dárselo a otra familia.

Probablemente un conejo o un perro sea mejor opción para ellas.

De pronto, la canción favorita de mi bebé comenzó a sonar, distrayéndola por completo de lo que decía para poder cantar sin interrupciones. Su voz sonaba fuerte dentro del auto, pero muy melódica; Jeongyeon y yo siempre hemos sabido que Ryujinnie tiene una voz preciosa para cantar, por lo que hemos estado pensando en ofrecerle la oportunidad de ir a clases y dedicar más tiempo a perfeccionar el control de su voz. Estoy segura, por cómo mi hija suele creer que es una estrella en la música, de que podría aceptar.

En cuanto llegamos a la playa, lo primero que hicimos fue buscar un baño, porque, por supuesto, Jeongyeonnie no podía aguantar más. En cuanto todas estuvimos listas y con nuestras necesidades cubiertas, nos acomodamos en un lugar cercano al mar, colocando todo lo necesario para poder estar cómodas allí. Ryujinnie jugó con la arena en un principio, haciendo castillos e invitándonos a nosotras para ayudarla. Hicimos un gran castillo, que tomó horas de trabajo, solo para que ella lo fotografiara y procediera a patearlo. Jeongyeon se frustró, pero no dijo nada, mientras que yo no pude evitar estallar en risas. Decidí que aquella era una buena excusa para poder jugar con mi pequeña, persiguiéndola para poder hacerle cosquillas.

Su risa llenó nuestros oídos, provocando que tanto Jeongyeon y yo sintiésemos la felicidad del momento; aquella risa que tanto amamos no dejó de sonar por un buen rato por las cosquillas que le hice a mi bebé, y las tres disfrutamos de ello.

— ¡Mamá, ya basta! —exclamó Ryujinnie, tratando de detenerme mientras seguía riendo y retorciéndose. En cuanto me detuve, ella buscó mis manos para que siguiera haciéndole cosquillas, causando una risa en todas.

— Ryu, no vayas a hacerte pipí de tanto reír —le dijo Jeong, tratando de sonar seria, pero en realidad, una carcajada estalló apenas terminó su última palabra.

— Ya no soy un bebé, no hago esas cosas —Ryujinnie me detuvo inmediatamente, parándose de su lugar y acercándose a su madre; su rostro fingiendo haber sido ofendida, mientras trataba de mantenerse completamente seria—. Tú te haces pis, ayer dijiste que no alcanzaste a llegar al baño.

Sin querer una risa me traicionó.

Jeongyeon me lanzó cuchillos con la mirada, y Ryujinnie no pudo evitar reír. En estos momentos, probablemente ninguna de nosotras puede fingir seriedad por mucho tiempo. Estamos tan felices y conmovidas por estar disfrutando las tres juntas este agradable momento que no hay espacio siquiera para pretender que no estamos sintiendo esta abrumante alegría.

Nos metimos al mar, asegurándonos de dejar a Zanahoria sin posibilidades de huir, jugamos, comimos snacks y conversamos de cosas triviales. Tal cual como lo hicimos aquel día antes de nuestta tragedia familiar. Ahora, en cambio, estoy segura de que es completamente distinto a esa vez. Nada saldrá mal, todo permanecerá en su orden, de esta forma. Hemos madurado mucho desde aquel accidente, tenemos nuestros malos recuerdos, por supuesto, pero creo que, dentro de todo, hemos vuelto a nuestra normalidad, e incluso más apegadas como familia, aprovechando cada instancia en la que estamos juntas como un momento inigualable e irrepetible.

Amo a mi familia, y ese amor seguirá creciendo a medida en la que el tiempo avanza. Es un amor fuerte, firme, leal, que se mantiene con el tiempo, que se sigue enriqueciendo con el pasar del mismo; no se detiene nunca, no hay necesidad de descansar de él, sino que de vivirlo con fuerza. Hace latir mi corazón con emoción, provoca una hermosa calidez en mi pecho, la cual, inevitablemente, me da felicidad. Muchísima felicidad.

Mi familia está creciendo ahora, pero sé con certeza, que este amor siempre existirá, de eso no cabe duda. Habrá alguien más con quien compartirlo, pero eso no significa que le quitaremos ese amor a alguna de nosotras; en cambio, tan solo crecerá y seguirá circulando entre esta familia, para que todas recibamos aquel hermoso sentir.

Jeongyeon y Ryujinnie se sientan en la orilla del mar, cansadas de tanto jugar, mientras el atardecer provoca que sus cuerpos se vean majestuosos con su luz. Ambas están aferradas, acurrucadas una en la otra. En aquel momento, tan solo me dedico a grabar esa foto en mi memoria, asegurarme de que la tendré hasta el último de mis días, y cómo no, también les tomo una foto con mi celular para que ellas mismas puedan verse en un futuro. Tan solo siendo ellas, madre e hija disfrutando de su amor, del maravilloso vínculo que tienen. Me acerco a ellas, no queriendo romper su bella burbuja, sino que tan solo quedándome a su lado; y ellas, con mucho gusto, me incluyen en aquella hermosa esfera de amor.

Custody | 2yeon AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora