# fourty one

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IM NAYEON'S POV:

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IM NAYEON'S POV:

Que Jeongyeon me pidiese matrimonio hoy definitivamente era algo que no me esperaba. De hecho, planeaba pedírselo yo durante uno de estos días. Me siento feliz, rebosante en alegría si alguien me viese actualmente. No puedo siquiera quedarme en la silla de ruedas por más de cinco minutos, como Jeongyeon quería en un comienzo. La emoción no me permitió quedarme quieta ni un solo segundo, mi corazón aún latiendo a mil por hora cada vez que recuerdo que ahora estamos comprometidas, y nuevamente volveremos a ser esposas.

En mi estadía en el hospital pensé mucho en ello, quería pedirle matrimonio de una manera romántica y que ella pudiese dejar de lado todos los malestares que la acecharon por el accidente que tuve con mi bebé, pero me acobardé de una manera en la que nunca antes lo hice. Sentí genuina vergüenza de hacerlo, el recordar la estúpida manera en la que le pedí el divorcio por primera vez hizo que quisiera ocultarme debajo de una roca. Fui cobarde, lo admito, y después de que eso pasó, no encontré el momento justo para poder hacerlo. Ahora realmente me siento agradecida conmigo misma por no haber concretado mi misión en el hospital, porque no hubiese tenido nada de romanticismo el comprometernos en una habitación tan gris.

Nos quedamos en la playa por un rato más, disfrutando del mar y la compañía de la otra. Siendo honesta, no observé tanto el paisaje a mi alrededor, me encontré bastante más entretenida mirando a Jeongyeon, su bella apariencia y cada detalle que su cuerpo posee. Aquellos lunares en su espalda, que recorren un camino como si fuesen estrellas; las pequeñas pecas visibles en su rostro por la falta de maquillaje; la cicatriz en su brazo que le quedó por practicar consigo misma las cosas que aprendía en la universidad; su sonrisa que podría iluminar más que el mismo sol; su cabello rubio, brillante, y ahora más corto, haciendo resaltar sus bonitos ojos color café. Estoy enamorada de Jeongyeon, tanto así que podría mirarla durante horas sin cansarme, sin querer desviar mis ojos a algo que no sea ella; porque ella, sin duda alguna, es quien más llama la atención en cualquier lugar en el que se encuentre.

Es la luz en medio de la oscuridad, o en mi caso, la voz que me llama a la vida.

¿Es así como se siente encontrar a tu alma gemela? Porque cada vez estoy más segura de que Jeongyeon es mi alma gemela, mi amor siempre estuvo destinado para ella.

Después de un rato, el cual no podría mencionar con exactitud por haberme perdido en la belleza de mi mujer, caminamos a través de una feria de artesanías y comida locales; un ambiente bastante alegre, en la que los lugareños se aseguran de hacer sentir a todo turista como parte de su fiesta.

— ¿Crees que a Ryujinnie le guste este? —pregunta Jeongyeon, alzando un collar con perlas y algunas conchitas de mar; asiento a su pregunta, sabiendo bien que nuestra hija atesora cualquier regalo que reciba de nosotras, y justamente, las cosas típicas compradas fuera de la ciudad son unas de sus favoritas.

Jeongyeon termina comprando la misma que me mostró, además de algunos recuerdos artesanales para cada una de nosotras. Al seguir caminando, nos encontramos con un puesto de ropa; vemos vestidos playeros que sabemos que a Ryujinnie le gustarán, y entre ellos, un pequeño suéter con dibujos hechos a mano con lana bastante suave. Jeongyeon lo toma de inmediato, y se niega a soltarlo cuando el vendedor le quiere ofrecer otros. Decido pagar por todo, logrando que ella siga con su emoción a flor de piel durante todo nuestro camino recorrido. No suelta la bolsa con las cosas que ha comprado en ningún momento, ni siquiera cuando le digo que yo también puedo ser útil para llevarlas.

Custody | 2yeon AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora