El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
YOO JEONGYEON'S POV:
Nayeon y yo nos fuimos a la cama a eso de las una de la madrugada, Ryujinnie se durmió más tarde que su horario usual, y después, cuando estuvimos solas, nos pusimos a ver una serie que no podemos poner cuando nuestra hija está cerca, debido a que contiene bastante violencia. Ahora ninguna de las dos tiene sueño, pero hemos decidido acostarnos para aprovechar esta primera noche en que estamos todas juntas como una familia. Nayeon tiene sujeta mi cintura con aquella característica posesión que ha estado demostrando; y la cual me gusta más de lo que jamás imaginé. Ella siempre ha tenido un aura más dominante que yo, pero que ahora lo esté sacando más me vuelve débil.
Realmente débil.
Yo acaricio sus brazos, los cuales son suaves y firmes, ha estado ejercitándose, lo puedo notar perfectamente por lo duros que están sus bíceps. Sus ojos brillan en la oscuridad, su sonrisa es capaz de hacerme feliz con tan solo verla. Es reconfortante poder decir que esta es nuestra habitación nuevamente. No solo mía. Es de las dos. Como siempre debió ser.
— Jeongyeonnie... —ella murmura, haciendo pequeños círculos en mi piel—. Quiero casarme contigo... Quiero tener más bebés... Y ser ancianas juntas.
— Y lo haremos, amor, tenlo por seguro.
Ella sonríe, y pese a que nuestra habitación está a oscuras, puedo notarlo. El silencio me ayuda a escuchar con mayor claridad los latidos de su corazón, que son mayores a lo que antes eran.
Honestamente, espero que ella sepa lo que le quise transmitir hace unas horas atrás, porque me avergüenza un poco decirlo en voz alta.
No es un secreto para nadie que la idea de un segundo bebé ha estado rondando en nosotras últimamente, deseamos poder llevarlo a cabo; antes se veía un tanto lejano debido a que no podíamos contarle a Ryujinnie sobre nuestra relación. Ahora que ya lo sabe, las cosas son mucho más fáciles, podríamos hacerlo si quisiéramos. Y honestamente, es algo que quiero hacer realidad.
No me atrevo a decirlo en voz alta porque siento que estoy traicionando a mi Ryujin... ¿Lo estoy haciendo? Querer un segundo bebé se siente como demasiado, pero a la vez, lo siento correcto. Quiero vivir la experiencia, saber lo que se siente llevar a un pequeño ser dentro de mi cuerpo, cuidarlo y protegerlo con todo lo que tengo porque depende de mí para poder llegar al mundo. ¿Por qué siento que eso sería traicionar a mi hija? Como si un hermano no fuese lo que ella quisiera... Cuando ha estado prácticamente rogando por uno.
— ¿En qué piensas? —pregunta Nayeon, tomando mi mentón con su mano libre.
— Nayeonnie... —murmuro, pero sin permitirme hablar, debatiendo conmigo misma sobre si es correcto o no; finalmente, tan solo lo suelto, porque confío en que Nayeon jamás me juzgará—, ¿qué opinas si te dijera que me gustaría tener un bebé ahora?
A ella parece sorprenderle mi confesión, así que coloco mi mano en su pecho, logrando sentir sus latidos rápidos golpear en contra de mi extremidad.
— ¿Quieres tener un bebé ahora? —me pregunta ella en cambio.
