El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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YOO JEONGYEON'S POV:
Han pasado tres días y no hay novedades sobre Nayeon, sigue igual que al principio, pero según sus exámenes, su cerebro se ha estado recuperando bien. Su actividad cerebral debería ir activándose de a poco, así que no sería raro que comenzase a mostrar algunos movimientos. Rezo porque sea así, porque en caso de que ella muestre aunque sea un poco, ya será suficiente para mí.
Ryujin ha estado insistente con que quiere ver a su madre, al menos por un rato, pero he tenido que negarme varias veces a su pedido, ya que no quiero que vea a Nayeon de esa forma, y Mina tampoco lo recomienda. Mucho menos la Psicóloga que ha estado tratando a mi hija por los traumas que el accidente ha dejado. Ver a su madre en un estado tan maltratado sería como enviarla a la boca de los leones; le costaría muchísimo recuperarse de las consecuencias de ello.
Ayer Ryujinnie fue trasladada a su propia habitación en pediatría, una bonita, con paredes decoradas y peluches por todas partes, incluso con un televisor con canales infantiles, lo que ha servido para mantenerla distraída. Esta habitación es mucho mejor que terapia intensiva, que no le daba mayor diversión. Además de eso, tiene su propia silla de ruedas ahora, con la cual puede ir hasta el área común de niños, e interactuar con el resto allí. También ha estado más positiva últimamente, pero bastante insistente con el tema de que debemos hacer un test de embarazo, porque eso es lo que Nayeon quería; no le he dado en el gusto, y me he negado todas las veces que han sido posibles. Porque siendo honesta, aún siento terror de un «positivo» y no estar acompañada de Nayeon.
Ryujin hoy ha sido acompañada por Tzuyu a jugar con los otros pequeños internados, mientras yo me encuentro con Nayeon en su habitación. He estado hablándole más, tratando así de que su cerebro se mantenga estimulado el mayor tiempo posible. Momo le pone música y le cuenta otro tipo de cosas, mientras que Sana trae cuentos infantiles desde su lugar de trabajo para poder leerle. Sus padres también pasan horas aquí, simplemente haciéndole compañía y cuidando de su hija.
Mina entra en la habitación sin ningún tipo de aviso previo, dejando una bandeja de comida en la mesa a mi lado. Me mira con una expresión que no sé descifrar del todo; una mezcla entre enfado y tristeza, así como el temor, están presentes en ella. Apunta con uno de sus dedos a la bandeja, y luego a mí.
— Me voy a quedar aquí hasta que te comas eso, al menos la mitad —dice ella.
Veo hacia la comida, pero no puedo evitar arrugar mi nariz al sentirle el olor, encontrándolo asqueroso. He estado picando pequeñas cosas durante el día, cuando siento hambre; pero mi preocupación por Nayeon aún es grande, y no desaparece con cada día que pasa, así que mi estómago aún no quiere ceder a mis deseos de comer algo más nutritivo que pequeñas cosas.
Niego con mi cabeza a la orden de Mina, pero ella pronto se encuentra con sus brazos cruzados, y sé que cuando ella se enoja, no hay forma de luchar en contra.
— Jeongyeon, escúchame, esto no es una opción, sé que estás triste y preocupada; pero no comer no va a solucionar nada —su tono es severo, como si estuviese regañando a una de sus hijas. Ella se voltea a ver a Nayeon y la apunta, para luego dirigirse nuevamente a mí—. ¿Tú crees que a Nayeon le gustaría verte así? No comes, Jeongyeon, no haces nada más que deprimirte, y no te juzgo, entiendo cómo te sientes... Pero, puta madre, ¡tienes que comer! Espabila, mujer. Tu hija te necesita, ni siquiera te has hecho esa maldita prueba de embarazo, y tu esposa está en esta cama sin poder ni moverse para meterte esa cuchara llena de comida en la boca.
