El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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IM NAYEON'S POV:
El restaurante que nosotras conocíamos seguía allí, con un par de remodelaciones, pero nada que lo hiciera irreconocible. Incluso seguía la mayoría del personal de hace años. Nuestra mesa se encontraba a un lado de la ventana que daba hacia los jardines del lugar, incrementando el ambiente de romanticismo que se vivía allí. La música en vivo estaba compuesta por diversos instrumentos musicales, y una suave voz proveniente de una mujer. Su actuación parecía estar dedicada exclusivamente a alguien, ya que le sonreía y apuntaba a quien parecía ser su pareja.
Con Jeongyeon pedimos de la carta no mucho después de llegar, para después de eso tomarnos de las manos por sobre la mesa y no despegar la mirada de la otra.
Ella me contó sobre su día en el hospital; el cual no fue muy distinto al resto, a diferencia de una cirugía mayor que debió hacer a primera hora en la mañana. Mina aún no iba a trabajar, el asunto en su familia estaba más complicado de lo que se creyó, pero al menos la pequeña se estaba acostumbrando a ellas y a su nueva vida; no se quitaba la bata médica de encima, y la única forma en la que podía confiar en Chaeyoung y Mina era checando sus signos vitales con el estetoscopio que Jeongyeon le regaló. Por obvias razones, si una lo hace, también la otra. Así que Chaeryeong también estaba algo insistente con su nuevo aparato.
En la escuela, Ryujin se enteró sobre la existencia de Chaeyeon por su mejor amiga. Chaeryeong estaba tan entusiasmada por haber conseguido lo que quería que no tardó en contarle a mi hija. Cuando llegó a casa, no paró de hablar de ello, y quiso que fuéramos a casa de Mina y Chaeyoung para que ella pudiera conocerla. Llevó todo lo que tiene en casa para disfrazarse de médica; su bata, sus implementos e incluso un peluche de la doctora juguetes. Ryujin hizo todo lo posible para poder ser amiga de Chaeyeon, y lo consiguió con mucho éxito.
Eso también alivió un poco la carga que tenían mis amigas. El que Jeongyeon y yo estuviéramos en su casa les dio el tiempo para poder hacer cosas que habían estado ignorando por concentrarse en sus hijas. Tomaron una ducha, hablaron sobre su matrimonio en privado y lo que se vendría a futuro, limpiaron la casa e incluso pudieron cocinar para los próximos días. Jeongyeon y yo sabemos mejor que nadie que el poco contacto provocan caídas matrimoniales, así que si podemos de ser ayuda para nuestras amigas en un momento así, lo haremos siempre que esté a nuestro alcance. Sería terrible que esto provoque algún tipo de quiebre o distanciamiento entre ellas.
En fin, volviendo a mi presente. Jeongyeon en el vestuario que yo preparé para ella era el mayor placer visual que alguien podría experimentar. No miento cuando digo que ella es la mujer más hermosa que mis ojos hayan visto alguna vez. Su cabello rubio hace resaltar sus labios rojos. Ahora está un poco más corto de lo que solía tenerlo hace unos meses atrás, aunque sigue estando largo. Lo cual es algo que me fascina; su cabello largo la hace ver como a una princesa. Es tan delicado, suave y brillante. Tan femenino. Incluso si se lo tiñe seguido para poder mantener el color, no presenta mayor daño. Haciéndola incluso más atractiva de lo que naturalmente es.
