El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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YOOJEONGYEON'S POV:
Cuando llegué a casa ya eran eso de las una de la madrugada; la cirugía se extendió porque la chica entró en paro y todo se nos hizo más complejo. Además, tuvimos que hablar con los padres, que no tenían ni idea de que su hija se encontraba tan grave, ya que nadie se dignó a darles aviso. Con Mina decidimos que lo mejor era hablar con Dahyun, no teníamos intenciones de ocultarle este tipo de información importante, así que también nos tomamos nuestro tiempo en explicarle todo. Ahora al fin estaba teniendo un momento de paz; aunque mi corazón pesaba, no había podido ver a mi princesa durante todo el día, a excepción de la mañana.
Mi trabajo en el hospital estaba consumiendo demasiado de mi tiempo y estoy odiando eso. Mi hija siempre ha sido mi prioridad, y si eso significa que debo buscar un trabajo con un horario más flexible, lo haré. El problema es que ninguno me pagará lo mismo que gano como médico, y siendo honesta, no me gustaría comenzar a limitar el gasto que tengo en mi pequeña. Es una situación difícil, una en la que debo pensar muy bien, y negociar con mis jefes si es necesario. Quiero ver a Ryujin más seguido, estar junto a ella es tan valioso para mí que no quiero perder ni un solo segundo. Esta noche no he podido arroparla ni cenar junto a ella, no pude ir por ella, ni pasar el resto de la tarde juntas.
Adentrándome en mi hogar me encuentro con las luces apagadas, el televisor se encuentra encendido con el volumen silenciado. Nayeon está dormida en mi sofá. Me acerco a ella, verificando que realmente esté viendo a mi ex mujer aquí dormida; estoy tan agotada que podría estar alucinando ahora mismo. Pero es real. Mi corazón se emociona, como si estuviese preparándose a sí mismo para dormir junto al amor de su vida nuevamente; cosa que no será así, porque no pasaré los límites con Nayeon. Dejo mis cosas con cuidado en mi habitación y me cambio a la pijama, necesitaba deshacerme de ese molesto traje médico, luego regreso a la sala de estar nuevamente.
La veo dormir pacíficamente, sus labios están abultados, lo cual me trae hermosos recuerdos sobre ella estando a mi lado en la cama, sin molestarse en su alrededor, simplemente descansando en nuestro hogar. Es increíble a lo que hemos llegado; la Jeongyeon de ese tiempo me odiaría por permitir que el divorcio se concretara. Yo misma estoy empezando a sentir algo de rencor por no haber luchado más por Nayeon. ¿En qué estaba pensando? Sí, las cosas han mejorado, es evidente. Pero mi corazón sigue sintiéndose lastimado, no me siento completa sin ella junto a mí; me falta la pieza más importante en mi vida, la mujer con la que me casé y con quien prometí pasar mis últimos días.
Me acerqué a ella y la tomé delicadamente en mis brazos, no quiero que despierte, porque hasta ahora me estoy dando cuenta de que quizás lo que necesitaba para despertar era que Nayeon y yo pasáramos una noche bajo el mismo techo. Porque ahora teniéndola en mis brazos, sé que no quiero dejar de luchar, la amo demasiado como para rendirme. Ha pasado un año desde nuestro divorcio, soy consciente de ello, pero eso no significa que los sentimientos se hayan extinguido; Nayeon y yo hemos tenido conversaciones acerca de esto, y sé que las dos seguimos estando igual de enamoradas que el primer día. Lo único que debo descubrir es: ¿cómo hacemos para llevarnos bien en nuestra vida diaria? Tenemos que acabar con las peleas sin sentido, debemos llegar a acuerdos que sean beneficiosos para ambas y, al mismo tiempo, tenemos que ser responsables con nuestra relación a los ojos de nuestra hija.
