El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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YOO JEONGYEON'S POV:
Decir que estoy nerviosa es poco, pese a que esta no sea la primera vez que me caso con Nayeon; mis manos sudan y tiemblan. Me siento nerviosa, pero muy feliz a la vez. Jihyo está a mi lado, tratando de tranquilizarme, pero no hay nada que lo logre. Me miro una vez más en el espejo, notando que mi vestido de novia logra camuflar a la perfección mi ya avanzado embarazo; ni siquiera se nota un atisbo de que ahí hay alguien que se mueve sin parar y que durante las noches no me deja dormir. Mi peinado ha tratado de imitar aquel que me hice hace años atrás, pero como esta vez tengo el pelo más corto que en ese tiempo, no es exactamente igual. Vuelvo a analizar todo lo que llevo; las joyas, el maquillaje, el peinado y el vestido, queriendo asegurarme de que todo está en su lugar y nada se ve raro.
Al principio, estuve muy ansiosa por saber si mi vestido seguiría quedándome bien, ya que han pasado ocho años desde mi primer matrimonio con Nayeon, y obviamente, no podía esperar a que fuese lo mismo que cuando era más joven. De todas formas, como Nayeon hizo algunos detalles, nos aseguramos de que, efectivamente, seguía quedándome bien; un tanto apretado, pero bien. Con un par de ajustes, Nayeon logró que fuese perfecto.
— Te ves preciosa —dice Jihyo a mi lado, con su voz temblorosa, casi al quiebre del llanto.
Al voltearme para poder quedar frente a ella, veo a Mina voltearse a la pared; había estado muy callada durante este rato, cosa que es normal en ella de vez en cuando, pero ahora, viéndola pegar su frente a la pared, me doy cuenta de que está llorando. No tenía idea de que Mina iba a llorar en mi segundo matrimonio, para ser honesta, ya que en el primero lo único que hizo fue reír de las demás que estaban llorando. Jihyo está al borde de las lágrimas, pero al notar el estado de Mina, comienza a reírse; probablemente sea su venganza, ya que Jihyo fue una de las víctimas de Mina en mi primer matrimonio.
Mi mamá entra en el salón en el cual me encuentro, en busca de mí para que podamos partir al momento más esperado. En cuanto ella se pone de pie en frente de mí, su pecho está inflado en orgullo, mirándome como si fuese el mayor tesoro avistado.
— No voy a llorar porque ya suficientes personas lo están haciendo... Pero estoy muy orgullosa de ti, Jeongyeonnie.
Puedo sentir mi pecho calentarse tras las palabras de mi mamá, sintiendo una emoción indescriptible ante el reconocimiento que ella ha hecho; se siente orgullosa de mí. En momentos así es cuando sé que sigo siendo la bebé de mi mamá, pese a que ya tenga treinta años cumplidos y haya formado mi propia familia, sigo siendo su hija, y eso no va a cambiar jamás, así como Ryujinnie seguirá siendo mi princesa cuando sea mayor. Es un sentimiento precioso, saber en carne propia lo que mi madre siente cuando me ve, porque es lo mismo que yo siento cuando veo a mi pequeña, y sé que así será también cuando al fin llegue el momento de conocer a mi segunda bebé.
Mi mamá besa mi frente con cariño, tratando de no tocar demasiado el vestido como si fuese algo frágil. De la mano salimos de la habitación en la que me encuentro, con Jihyo y Mina detrás, sigo sintiéndome nerviosa, pero en compañía de ellas, me siento mucho mejor de lo que estaría sola. Nayeon y yo volveremos a vernos a solas antes del matrimonio, mientras nuestras respectivas acompañantes se quedarán alejadas para darnos privacidad.
