El divorcio es algo difícil para toda familia, sin embargo, lo es aún peor para quienes tienen hijos. Im Nayeon y Yoo Jeongyeon fueron un feliz matrimonio durante seis años, hasta que, después de momentos sumamente tensos entre ambas, llevaron al di...
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YOO JEONGYEON'S POV:
Nayeon y Ryujin me despertaron con el desayuno en la cama, hoy, después de dieciséis días, tomaremos el test de embarazo para confirmar si la transferencia ha funcionado. Estoy muy nerviosa por los resultados, porque si es negativo, significa que tendremos que pasar por la transferencia nuevamente, y si es positivo... Significará un gran cambio en nuestras vidas como familia. Un bebé es lo que las tres queremos, Ryujin está ansiosa por saber si será hermana mayor. Nayeon tampoco pudo dormir mucho anoche; llegamos en la tarde a casa, y durante toda la noche se quedó dándose vueltas en la cama.
Sé que el ser madre de una sola hija es completamente distinto a tener dos, por tal razón también me siento muy nerviosa. No sé si seré capaz de hacerlo bien, y me preocupa que Ryujinnie no sea capaz de acostumbrarse a no recibir toda la atención siempre, así como lo ha venido haciendo desde que nació. Por supuesto, mi princesa siempre será todo para mí, y jamás querré que se sienta desplazada. Pero es obvio que un hijo único recibe muchísima más atención que alguien que tiene hermanos.
El desayuno fue, sin dudas, un momento muy alegre y emotivo para las tres. Ryujin nos llenó con sus charlas habituales sobre los personajes que le gustan y cosas que le gustaría hacer en un futuro, nosotras la escuchamos atentamente, interesadas porque ella nos siquiera contando sobre aquello que tanto le emocionaba. Al finalizar, Ryujin se recostó sobre mi pecho, mientras Nayeon se quedó a mi lado. Entre las tres tuvimos un grato momento de mimos, sobre todo dirigidos a nuestra pequeña.
— ¿Podremos ir a tomar un helado hoy, mami?
— Claro que sí, princesa.
Ella juega con el cuello de mi blusa, nuevamente se ha quedado callada. Miro a Nayeon, que está expectante a lo que sucede con nuestra hija; está tan calmada en un momento del día en el que ella no suele actuar de esta forma.
— ¿Vas a tener un bebé hoy, mami?
Las dos sonreímos debido a la inocente pregunta de nuestra pequeña, acaricio su cabello con delicadeza, mientras tanto Nayeon pasa uno de sus brazos por sobre ambas, abrazándonos.
— Hoy no, princesa, hoy solo sabremos si estamos en espera de un bebé.
— Oh, ¿y cuándo va a llegar? —Ryujin sigue con sus preguntas, esta vez estirando su brazo para acercar más a Nayeon—. Yo quiero jugar con el bebé.
— Ya hablamos de esto, amor —le recuerda Nayeon; nuestra hija hace un puchero, levantándose de la cama.
— Entonces vamos a comprar ahora.
Nayeon y yo reímos por su impaciencia, y de no ser porque mi celular comenzó a sonar, hubiésemos hecho caso a la insistencia de nuestra hija; después de todo, las tres estamos muy ansiosas por ver los resultados de la transferencia.
Contesto a la llamada, siendo ésta de mi jefe en el hospital; debido a las vacaciones, se han quedado cortos de personal y necesitan mi asistencia en una cirugía mayor. Siento el impulso de decir que no, que hoy mi día es solo para disfrutarlo con mi familia, pero pronto mi cabeza me hace una mala jugada; ¿qué haría yo si alguien a quien amo necesitase ayuda médica inmediata y no hubiesen cirujanos disponibles?
