Trato hecho

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Capítulo 11

PEYTON. 2016

Me disponía a averiguar qué había sucedido la noche anterior, me di una ducha y después fuera de mi habitación cuando iba a buscar a Harry con la esperanza de que conociera a la chica con la que estaba anoche y me dijera dónde podía encontrarla, a mitad del pasillo mire a John. No sabía que me daba más nauseas, si todo lo que había tomado antes o saber el sermón que mi "papá" iba a darme. No era como que lo necesitaba pero comprendía que esta era su casa y que no podía estar haciendo de las mías como cuando estaba con mamá, de la cual por cierto no sabía nada. Frene en seco tan pronto nuestros ojos se encontraron. Mi madre tenía razón, nuestros ojos eran casi idénticos y si, podía ver cuánto le calaba justo en la boca del estómago que su mirada no tenía nada contra mí.

—Ven conmigo —sus ojos afilados se dirigieron al suelo viendo en donde pisa.

Fuimos escalones abajo en silencio. Tenía algo de miedo, no lo voy a negar, aún era la persona que decidía si me iba o quedaba y si no me quedaba, entonces no tenía nada, de nuevo estaba en la calle y aunque hubiera conseguido un empleo no tenía un techo donde al menos dormir. Estaba frita pero al mismo tiempo agradecí que siempre fui yo quien sufrió más, al menos Jared ya estaba en un hogar donde lo amaban y cuidaban muy bien. John no sabía eso o al menos eso pensaba. Pasamos de la cocina y caminamos por un pasillo a la izquierda en un silencio tan incómodo que me cortaba la respiración, solo quería que acabara de una vez. Entramos por una puerta marrón al fondo de tal pasillo, no había explorado la casa por lo que no sabía que estaba ahí su despacho. Como de película, una mansión impecable donde vive un hombre que a fuerza debe tener despacho en su propia casa, como si pasar tiempo en su empresa u oficina no fuera suficiente.

Se movió con agilidad alrededor de un gigantesco escritorio de roble oscuro y brilloso, todo estaba en perfecto estado, ahí fue cuando descubrí que mi padre guardaba su vida entera en ese grande y oscuro despacho, las cortinas apenas dejaban entrar unos cuantos rayos de luz. Era obvio que las sillas eran juego con el escritorio, no dudaba que fue hecho exclusivamente para él.

¿En qué gastas cuando tienes dinero de sobra? En escritorios, duh.

John me ofreció asiento luego de desabrochar el botón de su traje gris oscuro y con elegancia tomar asiento. No me veía acostumbrada a esta vida, solamente no. Si me culpaba de la fiesta de la noche anterior iba a escupirle en el rostro y decirle que fue idea de su hijo perfecto y popular, el egoísta ese que no quería ser acusado.

—Voy a postularme para ser Alcalde de Whispers —su voz sonó dura, las paredes comenzaron a reducirse a mi alrededor—. No puedo aceptar ese tipo de... escenas —escupió con desprecio la palabra—, solamente tú tienes el control de decidir si quieres estar aquí o no. Y según comprendo no tienes otro lugar a donde ir, ¿es verdad?

Golpe bajo, John, muy bajo.

La acidez de mi estómago se hizo presente. ¿Cómo podía decir las cosas con tanta frialdad? ¿Recordaba quién era yo? Ron tenía razón, John estaba haciendo una muestra de caridad conmigo y justo en ese momento desee que de verdad fuera solo mi tutor.

—Es cierto —dije con firmeza, ¿pensaba que iba a vencerme? —. Pero... ¿mentir? Eso fue un golpe muy bajo, no puede ser que tu mujer no sepa que tienes una hija. Que tienes 2.

Que jamás se olvide de Jared, mi pequeño hermano, la razón que me mantenía en casa cuando él estaba. Todo el tiempo fue un dentro y fuera del sistema con Jared, mamá solo se recuperaba para tenerlo de vuelta y después regresaba a la ebriedad y adicción. Cada recaída más fuerte hasta que Jared fue adoptado y él quería quedarse ahí, lo tuve que dejar ir a vivir una mejor vida que la mía mientras yo me daba por vencida con la mía y cuidaba de mamá porque no perdía la esperanza de que algún día iba a estar en total sobriedad y nos íbamos a convertir en una familia como esas de comerciales pero jamás íbamos a serlo.

WHISPERS: Mi HermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora