Capítulo 14
RONALD. 2016
El hecho de que la chica que John había llevado a vivir a casa fuera incomoda e inadaptada me llamaba la atención. Y claro el hecho de que se haya atrevido a vestir ropa de Chloe la hacía un tanto valiente o ingenua, es obvio que ella fue buscando a alguien o con la esperanza de al menos ver a cierta persona. Una idea que solo las mujeres comprendían, una lógica sin sentido, vestir como cualquieras pero no querer ser tratadas como tales. Estúpido. El caso es que aun así, Peyton lograba ponerme dura... la cabeza, mirarla era divertido.
Chloe y su cita se besaron tan cerca de ella que la empujaron un poco, su rostro gritaba por ayuda pero en cambio cuando aguante la risa ella me puso los ojos en blanco. Lo que ella no sabía es que miraba esos ojos en más de 10 posiciones.
—Primas, ¿eh?
Asintió con la cabeza al tiempo que la miraba. Siendo mencionado eso encontré el parecido, pero si no lo hubieran mencionado ni cuenta me hubiera dado. Primas como podía tener otra aventura, las hormonas estaban al 1,000 por el licor. Y me encontraba yo, en el silencio más cómodo que jamás había experimentado en mi vida, viéndola de pies a cabeza porque la verdad es que se miraba muy bien. Era la chica que con un poco de entrenamiento iba a ser la perra más popular de la escuela. El idiota por el cual se arreglo era un jodido suertudo.
—¿Todo bien, Pey?
Briana se nos acercó de lo más cautelosa posible, ella me ofreció una sonrisa que respondí para no quedar como un cretino, aunque sí lo era.
—¿Eh? Si... si, todo está perfecto solo estoy esperando a... —su voz se fue haciendo muda cuando se dio cuenta de que su amiga ya la había abandonado—, maldición. Me dejaron, ¿eh?
Si, ella era muy bonita. Tenía que dejar de pensar de tal manera, a mí jamás me gustaban los favores a la humanidad de John, con trabajo me gustaba John. Usaba su apellido para mi beneficio, era todo.
—Se fueron apenas —le hizo saber su prima—, la fiesta está a punto de terminar pero continúa en el patio de Amanda. ¿Qué dicen?
After party, baby! Era mi oportunidad para traer a Peyton conmigo, a solas porque sabía que Louis traía su auto y probablemente también ellas traían el suyo. Los ojos de la pequeña se aterrorizaron cuando escucho las palabras de Briana. ¿A que le tenía miedo? Esperaba que no de mí, iba a hacer de todo menos asustarla, por supuesto. Mi encanto no iba a tener límite esa noche, mi atención era toda suya pero sus ojos seguían siendo los mismos y algo me decía que tenía que relajarlos.
¿Peyton tenía otra mirada? Solo la había visto molesta, asustada y llorando.
—¿Cuántos mas shots, Papi? —mi reacción fue sonreír.
Amanda podía ser una perra conmigo en el bar porque no podía venderme alcohol y cuando me lo proponía podía llegar a ser un completo presumido por la cantidad de dinero que siempre llevaba en mi tarjeta pero fuera del bar, Amanda era dulce y amable conmigo y además sabía que me gustaba terminar teniendo diversión y comprando shots para mis chicas. Esta era la clara imagen de que ella lo sabía.
—Hazlos 3, dulzura —respondí. A Peyton se le agrandaron los ojitos avellana y entonces sonreí sabiendo lo que haría a continuación—, que sean dobles.
—Sí, señor —obedeció Amanda, nos puso enfrente 3 shots bien servidos—. Y uno para mí porque lo necesito. Salud, chicos y nos vemos en el puto after party.
La música ya se había detenido, el DJ seguro ya iba en su camino al patio de Amanda. Las personas comenzaban a despedirse y hablar todos al mismo tiempo. Los chicos estaban recogiendo el licor, era casi la hora de comenzar a irse. El tequila se penetraba en mi sistema con delicia, haciéndome solo más caliente. Louis se acercó con Lily.
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WHISPERS: Mi Hermanastro
RomansaPronto te vas a enamorar del mágico pueblo de Whispers y sus maravillosas historias de amor. ¿Qué hace la hija de una mujer en rehabilitación cuando no tiene a dónde ir? Busca al padre que no ha visto en años y que tiene dinero de sobra para manten...