Un pequeño accidente

6 0 0
                                    

Capítulo 31

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 31

PEYTON. 2016

Por supuesto que John había organizado una fiesta con mucho alcohol y botanas por si perdía o ganaba. Las personas adultas conversaban en voz fuerte y clara, cada quien con su distinguido grupo de personas. La música era aburrida y muy baja, el hombre del saxofón parecía que se quedaba dormido. Los trabajadores, incluyendo a Harry, estaban con charolas por todo el lugar ofreciendo tragos y camarones envueltos en tocino, por cierto estaban deliciosos. Detrás del bar estaba el chico que trabajaba en Roger's, ese que tenía una cosa con la morena. Preston.

Ronald no estaba por ningún lado y creo que su madre estaba igual de confundida que yo porque parecía que también lo buscaba en todos los invitados que caminaban por la entrada al patio trasero. John nos tenía saludando junto a él a todos sus invitados en la entrada, la gente le mostraba su apoyo con una palmada en el hombro o con palabras de aliento pero Patty y yo estábamos demasiado distraídas buscando a la misma persona. ¿Por qué tardaba tanto? ¿Qué estaba haciendo?

Entonces sucedió lo que jamás imagine. Ronald se acercaba con Madison de la mano y con los padres de ella, la sonrisa de satisfacción en el rostro de mi madrastra no cabía. Sentí algo hundirse en mi pecho. Después de todo la bruja que mi padre tenía por esposa si tenía la razón, yo solo era la chica con la madre en rehabilitación, ellos me estaban haciendo un favor. Al instante en que nuestras miradas chocaron me fui lejos de ellos, camine hacia el bar sentándome derrotada en una de las bancas. Preston me dio su atención y me sonrió.

—¿Quieres tomar algo?

—Nah, no puedes darme lo que quiero —dije con la mandíbula recargada en la palma de mi mano.

—¿Qué tal un poco de jugo de naranja? —me guiño un ojo.

Puso algo de hielo en un vaso de vidrio alto, lo vi poner un poco de vodka sin que nadie se diera cuenta y luego solo lo relleno con jugo de naranja. Desarmador, nada más perfecto que eso, saboree el sabor del alcohol, no lo necesitaba pero hacía falta.

—Dios, la pasas terrible —escuchar la voz de mi amiga me hizo sentirme aliviada.

Por lo menos no me la iba a pasar cerca del bar esperando a que dieran los resultados. Chloe estaba parada atrás de mí con una sonrisa. Ella comprendía que ocupaba de ella.

—Sí, bueno. Mañana es 4 de julio y después...

—Oh, mierda, lo lamento —me abrazo—. ¿Quieres que nos vayamos de aquí?

Negué con la cabeza. Debía estar ahí ese día. También debía tragarme lo que sentía cuando miraba a Ronald con Madison de la mano. La naturaleza del universo seguía conspirando en mi contra y simplemente no entendía por qué.

—Preston, necesito una de esas limonadas tuyas que tanto me gustan —dijo ella con un tono de dulzura.

—A la orden —dijo él trabajando enseguida en el pedido.

WHISPERS: Mi HermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora