Pronto te vas a enamorar del mágico pueblo de Whispers y sus maravillosas historias de amor.
¿Qué hace la hija de una mujer en rehabilitación cuando no tiene a dónde ir? Busca al padre que no ha visto en años y que tiene dinero de sobra para manten...
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Capítulo 18
PEYTON. 2016
La fiesta se movía de manera lenta y relajada, conversaba con Harry cada que pasaba a mi costado con la charola de bebidas. John y su esposa se dedicaban a saludar con cordialidad a todo aquel que aterrizaba al patio trasero y si Ronald se descuidaba también lo hacían saludar a los invitados. La reunión ya llevaba un buen rato e iniciaba a despreocuparme porque me di cuenta que John jamás iba a presentarme a nadie.
¿Por qué iba a hacerlo? Ni yo misma me hubiera presentado ante nadie. ¿Qué iba a decir? Oh y ella es mi hija por tiempo temporal, solo lo hice porque secretamente es mi obligación y porque abiertamente se ve bien para la gente del pueblo.
El hombre del piano se vio interrumpido cuando Patty tomo control del micrófono llamando la atención de todos haciendo sonar su copa con un tenedor. Los invitados pusieron atención al frente como si sus vidas dependieran de ello. Patty se aclaró la garganta antes de hablar.
—Buenas tardes a todos nuestros queridos invitados —comenzó a decir con voz suave—. Esta tarde estamos celebrando un logro más de las familias fundadoras de este maravilloso pueblo llamado Whispers. En esta ocasión nos reunimos a celebrar la pronta inauguración de la primera Estación de Bomberos Forestales. Como todos ustedes sabrán durante estos años hemos tenido un tremendo problema con fuego en los alrededores debido a nuestro caluroso clima y siempre teníamos que esperar a refuerzos —pauso poniendo la cabeza en alto, orgullosa por sus palabras—. Este año estamos más que preparados, nuestra Estación cuenta con el mejor equipo en el pueblo. Con ustedes les presento a uno de los hombres que hizo esto posible y postulado a la alcaldía: John Morrison.
La gente aplaudió mientras el hombre en persona caminaba entre el público con pasos largos y elegantes, vestido en un traje color azul marino que lo hacía lucir muy presentable. Con presencia saludo a su público con la mano en alto y sonrió solo lo suficiente para seguir viéndose como la persona seria que era.
—Buenas tardes. Gracias —dijo asintiendo una vez—. Un placer tenerlos aquí en esta hermosa tarde de verano...
Me daba ganas de vomitar verlo actuar de tal forma. John no era ni la mitad del hombre que decía ser, me daba coraje. ¿Cómo se atrevía a prometer cosas? Por Dios, estaba ocultando a su hija en su propia casa, su hijo vivía en el mismo pueblo que él y jamás le importo. Al menos Jared ya pertenecía a otra familia, un hogar donde lo querían y lo trataban bien. En cambio yo no tenía nada ni a nadie. Bien podía desaparecer y nadie lo hubiera notado, ni siquiera mamá que estaba bien internada en algún centro de rehabilitación en Los Ángeles. ¿Qué era de mamá? Aun no averiguaba nada de ella.
—Seguimos trabajando para mejorar este pueblo que es nuestro hogar y en esta ocasión haciendo equipo con hombres tan buenos como lo son mis amigos Greg y Rick, un aplauso para ellos también —dijo antes de continuar con sus mentiras de candidato y la gente aplaudió encontrándolos sonriendo en una esquina—. Yo, John Morrison, me comprometo a equipar de la manera apropiada todas las corporaciones policiacas de este pueblo si ustedes me dan su voto. Esto es solo el comienzo, lo mejor está por venir —me encuentro entre la gente—. Quiero aprovechar la oportunidad para presentar a una chica que llego a Whispers y experimento dormir en la calle por días, sin comer, sin dinero con la esperanza de encontrar un hogar. Me llamaron del programa de padres de acogida e inmediatamente quise ayudar, su nombre es Peyton Williams.
