De donde vengo

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Capítulo 25

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Capítulo 25

PEYTON. 2016

—Te quería pedir un favor —dije cuando llegamos al centro.

—Dime —contesto John manejando.

—Quisiera ir a casa por algunas pertenencias, ya sabes... ¿cosas personales?

Estaba desanimada, solo quería sacar mis cosas. Pero no quería que John me llevara, prefería ir sola y también no ser notada por nadie. Iba con los brazos cruzados pensando en cómo era posible el hecho de que efectivamente estaba prácticamente huérfana, me moría por llegar a Whispers.

—Comprendo —dijo él con voz tranquilizadora—. ¿Estas bien? ¿Qué dijo tu madre sobre mí?

—No mucho —encogí los hombros—. Sigo sin saber la historia, debe ser mala porque mamá jamás quiso contármela y a todo esto... ¿Cómo conoces a Lance?

John comienza a reír un poco mientras manejaba con lentitud. ¿Qué había preguntado? Porque si no mal entendía se estaba burlando de mí. ¿Cómo lo conocía?

—¿Lance? Éramos mejores amigos cuando jóvenes —dijo restándole importancia.

¿Mejores amigos? ¿Qué estaba sucediendo? Tenía que ser como un triángulo amoroso, seguro. Tenía lógica, Lance siempre se preocupó de más por mamá.

—Como ambos estaban enamorados de mamá, ¿cierto?

Freno en seco el auto haciéndome sobresaltar. Nos detuvimos cerca de la acera transitada de gente. Voltee a verlo parpadeando. Ese hombre era mi padre y bien que mal me tenía con él al menos el tiempo que mi madre iba a pasar en rehabilitación pero a pesar de que no pretendía presionar necesitaba saber la historia.

—Aquí es la estación del metro, ¿no? —cuestiono sin verme—. Ahora no es el momento de hablar sobre esto.

—Claro —asentí con una mueca de enojo—. Todo a su tiempo, Alcalde.

Cuando abrí la puerta y estaba a punto de bajar John me tomo de la muñeca con fuerza y me detuvo. Lo vi, se quitó los lentes de sol y suspiro. John Morrison se miraba un poco cansado de mí y no podía culparlo pero tampoco podía culparme a mí.

—Vamos a comer y te dejare preguntarme lo que quieras —ofreció.

Mire su mano aun sosteniéndome. Quería negarme solo por el simple hecho de que quería ser la chica rebelde que se le revelaba a papá por primera vez y porque además jamás había sentido lo que era interactuar con una figura paterna de verdad. No respondí nada, solo cerré la puerta y arranco. Conocer lo que se me ha sido ocultado por años a través de preguntas iba a ser difícil puesto que no conocía ningún detalle de la historia así que debía tener una buena entrevista.

Fuimos a un pequeño café lejos del centro de la ciudad y no muy concurrido. Nos sentamos en una mesa al fondo del local y John ordeno un café para cada uno. Era la primera vez en meses que me sudaban tanto las manos, estaba nerviosa hasta la muerte y mi corazón estaba tan acelerado que me daba terror pero no tenía que demostrarlo. Si hay algo que siempre me había dicho a mí misma cuando iba creciendo fue que el día que conociera a papá iba a tener un carácter firme con él, no quería que pensara que era una chica débil y carente de su amor. Siempre con la frente en alto.

WHISPERS: Mi HermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora