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XeniaSonó el despertador a su hora pero estaba tan cómoda abrazándolo que no quería despertar ni levantarme, pero abrí los ojos por que entraba una luz por el balcón, una luz que podría dejarte ciego por momentos, a quien se le ocurre dejar todo abierto. Espera. ¿ Estuvo toda la noche abierto ? Espero que no. Se notaba ya que era casi mediodía, habíamos perdido ya toda la mañana para poder aprovechar a hacer algo, pero que remedio si nos pasamos la noche en vela. Intenté levantarme para ir al baño a asearme sin hacer ruido pero cuando ya estaba delante del espejo me di cuenta que él estaba sentado en la cama mirándome con una sonrisa de oreja a oreja. Una sonrisa de satisfacción, creo que estaba recordando la noche. Todo era tan romántico y perfecto que me daba miedo. Tenía una mala sensación.
Cuando crucé miradas con él se levantó, vino a por mi, me agarró de la cintura, me giró y me levantó poniéndome encima del lavamanos. Esa habitación parecía una luna de miel. Incluso podría decir que peor que eso.
- ¿Como has dormido mi reina? - dijo dándome besos por el cuello mientras me agarraba de las piernas para separarlas - ¿ Has descansado bien ? ¿Ya tienes energía?
- Muy bien gracias por preguntar. ¿Pero creo que deberíamos bajar a comer algo y ver un poco el pueblo no? Tampoco estemos cerrados aquí todo el día aunque quisiésemos.
- Te haré caso mi pequeña pero podríamos hacer una apuesta o algún juego. - dijo mordiéndose el labio. - Ya que no me dejas ahora mismo hacer lo que realmente quiero hacer. No puedes decir que no.Acepté hacer algo con él, por que tenía razón sabía lo que quería pero también quería visitar el pueblo, pero no me quiso decir la apuesta hasta el momento del "juego", eso era hacer trampa así que elegí yo el restaurante para comer. Quería probar algún plato típico así que entramos en un restaurante bastante antiguo, esos platos caseros de toda la vida son los mejores, sitios así deberían existir para toda la vida.
Cuando acabamos de comer, que por cierto buenísimo todo, nos dimos una vuelta por el puerto y la playa para poder ver el mar, de pequeña amaba jugar en la arena con mi hermana, me daba tranquilidad y a veces estrés. La situación de pasear por allí me hacía olvidarme de todo lo malo que me había pasado el año pasado y principios de este. Pero también me preguntaba como podía ser posible que este chico que era tan buena persona estaba con una chica como yo. De repente mientras estaba sumida entre mis pensamientos, Dereck vió a lo lejos una heladería, ya que no habíamos comido postre en el restaurante fuimos a buscar uno. Y la verdad me estaba apeteciendo uno.
- Hola buenas, nos gustaría dos helados por favor - dijo mirando el letrero con los sabores y tamaños.
- Hola "pareja". ¿Con galleta o tarrina? - dijo el señor mirándonos. - Supongo que pagara el chico.
- Mira señor, yo quiero con galleta de dos bolas grandes como a mi me gustan una de leche merengada y el otro de plátano, ah y pagaré yo todo, gracias. - dije mirando a Dereck.Dereck se quedó a cuadros cuando dije todo eso, pagué su tarrina pequeña de helado de lotus y mi cono enorme, estuvo todo el camino mirándome como me comía el helado, normal, lo chupaba de abajo arriba con una sensualidad y jugando con la lengua, creo que se imaginaba escenas de anoche en la que llevaba el antifaz y no vió nada, solo lo sintió, aunque yo también jugaba con ello por venganza al no decirme la apuesta y lo que podría ganar. Eso le pasa por no decírmelo. Pero aún seguía sin sacar el tema desde que salimos del hotel.
Al final acabamos paseando por dentro del pueblo, por cierto si que es muy bonito, parecía sacado de una serie de esas que las adolescentes se vuelven locas por amor y donde habían un montón de tiendas de ropa, uno de mis peores hobbys a parte del mundo del motor, ya que adoro comprar ropa nueva aunque tenga el armario lleno, me puedo gastar incluso una nómina. Siempre tengo que tener una prenda nueva, así que entramos a la primera tienda que vi, era enorme y había muchísima gente aunque era normal es famosa. Empecé como una loca agarrar vestidos de la nueva temporada y ropa aleatoria para probármelos, pero no los llevaba yo, lo gracioso es que se lo iba dando a él para que lo aguantara con la mano o el brazo. Era mi perchero personal. Me encantaba su cara de sacadme de aquí por favor, hasta que llegamos al probador, allí le cambió la cara, normal era bastante grande que al menos allí tranquilamente caben como 4 personas o más.
- Que haces Dereck entrando conmigo, está prohibido, loco. - dije avergonzada - Solo se puede una persona aunque sea grande, bueno más si uno de los dos es menor y no lo somos.
- Cariño, porque deberías tener vergüenza, cuando ayer por la noche no tenías nada cuando te hice mía. - dijo entrando sin hacerme caso. - Creo que es momento de decirte mi juego y mi apuesta.¿ No crees? ¿No tienes ganas de saberlo mami?
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ALL-IN, CORAZÓN
Random¿Y si os explicase la historia de dos personas que pensaban que no estarían nunca destinadas a conocerse por sus diferencias, sus emociones, sus defectos, sus familias, sus personas ideales y sobretodo sus edades? Xenia una chica un poco bajita, con...