Capítulo 2 (1/2)

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❤️

Xenia

Estaba aún indecisa, en mi habitación, en mi cama mirando el techo en donde pensando el porque le habré dicho que si a Sergio de que saldríamos de fiesta, cuando realmente no quería salir, quería quedarme tumbada pensando solo en mi. Pero me lo dijo con ese tono de voz casi llorando y con esa desesperación de olvidar la ruptura con su pareja y como dice él, volver a la realidad de una vez. Que todo fue una pesadilla. Caí, no podía dejarlo solo en esa situación.

Así que me levanté y me puse lo primero que encontré encima de la famosa silla. Esa silla que todo el mundo tiene en su casa, con ese montón de ropa que uno deja cuando llega de algún lado y le da pereza recoger y siempre acaba diciendo que lo va hacer el día siguiente. Pero que luego tu madre te acaba echando la bronca por no hacerlo al final y lo acaba haciendo ella. Eso si sigues viviendo con tus padres. En eso llamó Sergio preocupado por si había cambiado de opinión. No tiene paciencia en nada este hombre.

       - Xenia, dime que aún sigues queriendo salir porfavor.... - dijo casi llorando. - Porfavor te necesito, un abrazo, un beso, una borrachera de las nuestras.
       - Sergio que si, no seas tonto, no voy a dejarte solo en esta situación - dije cambiádome. - Nunca lo haría. Eres mi mejor amigo.
       - Gracias enserio, eres una gran amiga de verdad. Él que esté a tu lado, él que te enamore y te conquiste tendrá mucha suerte. Por cierto hoy creo que deberíamos ir dos coches.
       - ¿Porque? Es una tontería ir dos cuando luego tenemos que volver al mismo pueblo - dije preocupada. - Puedes decírmelo sin ningún problema, puedes confiar en mi siempre. ¿ Que pasa ?
       - Es por si acaso uno quiere ir a casa antes o si liga en la fiesta - dijo intentando romper el hielo. - Ya sabes que siempre pasa. La mayoría eres tú la que liga.
       - Sergio eres un caso aparte enserio, pero como quieras, quedamos en la gasolinera en cinco minutos. Me visto y voy.

Por fin llegamos a la fiesta, nos picamos un poco haber quien llegaba antes, evidentemente gané. Pero me pareció todo muy raro cuando era un viernes y no había tanta gente dentro y fuera como esperaba en ese momento. Creo que era por que aún era pronto. Pero mejor para mi, me agobiaría menos y podría estar más tiempo en la discoteca y disfrutar de la música con mi amigo, mientras no se perdiese como siempre.

En ese preciso instante empezó a llenarse la discoteca de gente, para que hablo, asi que fui a la barra a cogerme la tercera copa para que fuese más fácil estar ahí pero cuando me giré y vi a mi amigo borracho dejé de beber para poder estar pendiente de él, no quería que le pasase nada malo, es como un niño pequeño, pero creo que ya venía un poco bebido de casa.

Le seguí casi toda la noche como un perro a su amo cuando tiene hambre por ejemplo, otros pensaran que es una tontería pero ¿ Porque no lo haría siendo mi amigo? , hasta que me despisté un momento saludando a un trabajador que hace tiempo que le gusto, pero yo no quiería nunca nada con él no es mi tipo y desapareció. No sabía aún donde estaba, empezaba a preocuparme porque había bebido de más y a saber si solo llevaba en el cuerpo alcohol. Así que subí a la tarima del medio para poder tener mejor vista de toda la sala y empezó a sonar mi canción favorita. Nunca fallaba siempre la ponía el Dj, él sabía que me volvía loca con solo escucharla.

Me despreocupé un momento de Sergio para poder disfrutar de mi canción y bailar, luego evidentemente me sentí un poco mal, entonces como cada fin de semana tiraron en ese instante globos enormes que hacían el doble que mi cabeza, así que intenté agarrar uno y el grupo de chicos que había a mi lado me lo robaron y se lo llevaron. Me enfadé con ellos y cuando intenté agarrar otro no vi que estaba apunto de caer de la tarima cuando un chico situado detrás de mi me agarró de la cintura para que no cayera al suelo.

ALL-IN, CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora