Capitulo 26 (2/2)

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Naim se quedó petrificado al saber que alguien había escuchado nuestra conversación y una bastante importante por lo que había yo escuchado, no sabía como reaccionar el pobre, así que tomé la iniciativa y le dije que se sentase de nuevo en el sofá a esperar que yo me encargaría de todo, que dejase que lo solucionese a mi manera. En modo Xenia.

Bajando las escaleras escuché alguien llorando desesperado, me fijé y la puerta estaba entreabierta parecía que era la cocina. Un llanto bastante sincero con dolor, sufrimiento, tristeza y diría que incluso odio. Poco a poco me iba acercando sin hacer ningún tipo de ruido y vi alguien de rodillas en el suelo, con unos mechones de pelo rubios que tapaban su cara, en ese momento entendí todo. Venus era la única , que yo supiese, rubia en esa casa. Para no asustarla di unos golpecitos suaves en la puerta y se levantó de golpe secándose  las lagrimas de los ojos.

- ¿ Que haces aquí, me estabas espiando niñita? - dijo un poco enfadada - ¿ No deberías estar con él en su habitción?
- Venus, no seas tan cabezota y terca. Se que eras tú la que has escuchado toda la conversación privada así que la que espiaba eras tú no yo. ¿ No crees?  Quieres soltarte de una vez.
        - No te conozco de nada, que me estás contando.  - se iba acercando a mi - Y que pasa si me da rabia que Naim te ha contado algo tan importante de quien son nuestros padres a ti, a una desconocida.
        - A lo mejor lo necesitaba, soltar toda esa información - cada vez estaba más cerca de mi y me iba dando cuenta que de cerca es preciosa, no entiendo como Naim no se ha enamorado de ella - No es fácil llevar todo esto Venus. Creo que deberías hablar con él de esto. - me acerqué hasta cierto punto que la tenía a milímetros y se estaba poniendo nerviosa.
        - ¿ Que haces tan cerca Xenia ? Apartate niña. Soy la heredera deberías hacerme caso. No soy una simple sirvienta ahora. - dijo intentando apartarme.
       - ¿ Niña ? - dije agarrándole de la cintura - Soy mayor que tú señorita, ten cuidado conmigo. - le susurré en el oído - ¿ Que tienes la piel de gallina, porque será?
       - Puedes irte ya . Eres insoportable. - decía pero no se apartaba de mi , su mirada ya no era de desprecio - Vete con Naim ¿ No has venido aquí por él? ¿ Para tener sexo ? Pues hazlo ya y desaparece de mi vista.
       - ¿ Estás segura que quieres eso y me vaya ? - puse mi boca justo en la suya rozándonos - ¿ No quieres tenerlo tú ese momento de placer ? Por que si no quisieses creo que ya me hubieses apartado creo yo.
       - Xenia a que estás jugando, nunca he besado a nadie solo un simple pico con él cuando eramos pequeños, me he pasado la vida sirviendo a la familia de Naim cuando ahora me he enterado que es la mía y por desgracia tengo que admitir que me estás poniendo nerviosa - empezó a temblar así que la levanté y la senté en la encimera - Encima soy virgen, dios que vergüenza, nunca me ha tocado ni un hombre ni una mujer.

Eso hizo que me subiese la temperatura como nunca, mi deseo era desvirgarla, tenía esa necesidad de hacerlo. No me lo podía explicar, una chica tan guapa como ella, con veinte años que tiene, que sea virgen. Dios. No podía aguantar más.

       - Venus, lo siento pero tengo que decírtelo, te deseo. Si tu quieres y te dejas llevar, puedo hacerte mía y darte el placer por primera vez como te lo mereces. Se que no será lo mismo que un chico pero te haré correrte para mi. - me puse de rodillas mirándola desde a bajo abriéndole las piernas y dándome cuenta que debajo del uniforme no lleva nada - Así no ayudas preciosa, si tu dices si yo no dudaré en nada.

Se quedó unos segundos mirándome y mordiéndose el labio. Yo baje la mirada estaba segura que me diría que no, ella seguro que su primera vez quería con Naim. Llevan toda la vida viviendo juntos, sería lo lógico, se conocen de siempre.

       - Digo si Xenia - me dijo levantándome con su mano un poco la barbilla para verme los ojos - No hagas que me arrepienta de esto, de darte mi primera vez. Para mi es muy importante. Mi madre bueno, Margaret siempre ha dicho que tiene que ser con la persona que amas, pero hay algo en ti que me llama mucho la atención. Soy toda tuya. Solo dime que tengo que hacer.
        -  Tu hazme caso, no cierres las piernas para nada y si tienes que gritar, grita. Disfruta del momento y el placer. Ahora no te muevas voy a cerrar la puerta para que te sientas más segura. ¿ Alguna vez te has tocado ? - le pongo mi saliva en sus dedos - Te gustará. Intentalo.

Mientras iba caminando hacía la puerta para cerrarla vi como intentaba hacer lo que le había pedido. Me encanta. Se estremecía. Me miraba de reojo con ganas. Solo quería cerrar rápido la puerta y empezar ya hacerla mía. Pero antes de cerrarla vi como Naim estaba en las escaleras viéndolo y escuchándolo todo lo que pasaba entre nosotras, así que para hacerlo más interesante para mi, para mi morbo, le hice señas para que se acercara y viese como se hacía, le dejé la puerta entreabierta sin que se diese cuenta Venus de eso. Le di un beso a Naim y me volví dentro junto a ella. Seguía tocándose.

       - Gracias por enseñarme como te tocas ahora es mi turno. - le dije mirándola y empezando a ponerme de rodillas de nuevo - Ahora te enseñaré como realmente se tiene que hacer.

Le introducí lentamente mis dedos dentro de ella, madre mía estaba tan mojada, se estremecía cada vez que los movía, dentro, fuera, dentro, fuera mientras jugaba con mi lengua con su clítoris y de vez en cuando miraba de reojo a la puerta para afirmar que Naim seguía allí mirando. Tocándose. Con su mirada sabía que quería unirse.
 
        - Venus, me has dicho que te dejarías llevar por mi, así que sigue haciéndolo porfavor, no pares de hacerlo. Naim entra, cierra la puerta y ven con nosotras.

ALL-IN, CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora