Playa VIP

13. Recuerdos de una Noche Mágica

La luz del amanecer se filtraba por las cortinas de la cabaña, despertándome suavemente. Me estiré, sintiendo los músculos cansados pero satisfechos de la noche anterior. El aroma a café recién hecho y tostadas llenaba el aire, guiándome hacia la cocina. En la mesa, encontré un desayuno perfectamente preparado: huevos revueltos, tocino crujiente, jugo de naranja fresco. Sin embargo, lo que más llamó mi atención fue el silencio. La cabaña estaba vacía. Gal se había ido. Me acerqué a la mesa y, junto al plato de desayuno, encontré una nota doblada. La abrí con cuidado, una sonrisa curvando mis labios mientras leía las palabras escritas con una caligrafía elegante y precisa.

Querido Nick:Gracias por la noche inolvidable. Eres un joven excepcional y lleno de sorpresas. Lo que compartimos fue más que una simple aventura; fue un escape necesario, un momento de pura conexión y placer que siempre recordaré con cariño.**Espero que nunca pierdas esa chispa que te hace tan especial. Sigue siendo el hombre apasionado y atento que conocí anoche. Tal vez nuestras vidas se crucen de nuevo algún día, pero hasta entonces, ten presente que Wonder Woman siempre tendrá un rincón especial en su corazón para ti.Con cariño,Gal

Doblé la nota cuidadosamente, guardándola en mi bolsillo. Sentí una mezcla de tristeza y gratitud. La noche con Gal había sido un sueño hecho realidad, un momento de conexión y placer que se quedaría grabado en mi memoria para siempre. Me senté a desayunar, disfrutando cada bocado mientras recordaba cada detalle de nuestra noche juntos. Sus risas, sus gemidos, el brillo en sus ojos... todo era perfecto. Y aunque me hubiera gustado tener más tiempo con ella, sabía que esa noche había sido un regalo. 

Terminé mi desayuno, me vestí y me dirigí al bar, listo para comenzar un nuevo día de trabajo. Mientras caminaba, no pude evitar sonreír. Había tenido una experiencia que muchos solo podrían soñar. Y aunque Gal ya no estaba aquí, su recuerdo me acompañaría siempre, dándome fuerza y motivación.

Al llegar al bar, saludé al dueño y a mis compañeros de trabajo, preparándome para el ajetreo del día. Mientras limpiaba las mesas y servía las bebidas, no pude evitar pensar en lo que Gal me había dicho en su nota. Me sentí inspirado y lleno de energía, listo para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

Esa noche había cambiado algo en mí. Me había hecho ver el mundo de una manera diferente, más abierta y llena de posibilidades. Y mientras trabajaba, supe que, sin importar lo que el futuro trajera, siempre tendría la memoria de esa noche mágica para recordarme que todo es posible.