Playa VIP

23. ¿Será este el fin de El Hombre Araña?

Mientras seguíamos caminando por la playa, disfrutando de la tranquilidad y la compañía del otro, una voz familiar interrumpió nuestra paz.

—¡Zendaya! —gritó Tom Holland, acercándose a grandes pasos.

Zendaya se detuvo, suspirando. —Tom, ¿qué estás haciendo aquí?

—¿Qué estoy haciendo aquí? —Tom casi escupió las palabras, su rostro mostrando una mezcla de celos y enojo—. Debería preguntarte lo mismo. ¿Quién es este tipo?

Me quedé quieto, sintiendo la tensión en el aire. —Soy Nick —dije, tratando de mantener la calma.

—¿Nick? ¿Y qué tienes que ver tú con Zendaya? —Tom me miró de arriba abajo, como si fuera insignificante.

—Tom, esto no es necesario —dijo Zendaya, manteniendo su voz serena—. Nick es un amigo.

—¿Un amigo? —Tom rió sin humor—. No parece solo un amigo. No después de todo lo que he visto.

Zendaya dio un paso hacia Tom, su expresión firme. —Tom, estás actuando irracionalmente. Sabes que ya no estamos juntos. Debes respetar eso.

—¿Respetar? —Tom se acercó más, su aliento olía a alcohol—. ¡No puedo creer que me hayas dejado por este tipo!

—¡Eso no es cierto! —Zendaya levantó la voz por primera vez, pero mantuvo la compostura—. Nuestra relación terminó por nuestras propias razones, no tiene nada que ver con Nick.

Intenté intervenir. —Tom, tal vez deberías calmarte...

—¡Tú cállate! —Tom me interrumpió, señalándome con un dedo tembloroso—. No tienes ni idea de lo que está pasando aquí.

Zendaya puso una mano en mi pecho, impidiéndome avanzar. 

—Nick, déjame manejar esto.

Ella tomó a Tom del brazo y comenzó a alejarlo, hablando en voz baja pero firme. Caminé un poco más, tratando de alejarme de la tensión y darles espacio. Encontré una de las postas que mi jefe había colocado con bebidas y sombrillas, y me ocupé de organizar las cosas, tratando de distraerme del percance.

Poco después, Zendaya regresó. Su rostro mostraba una mezcla de preocupación y alivio. Se acercó a mí con pasos lentos, y cuando llegó, tomó una profunda respiración antes de hablar.

—Nick, lo siento mucho por eso. Tom ha estado... complicado últimamente. —Su voz era suave, casi apenada.

—No tienes que disculparte, Zendaya. —Le ofrecí una sonrisa de comprensión—. ¿Estás bien?

Ella asintió, aunque su mirada revelaba una sombra de tristeza. —Sí, es solo que... él no lo ha superado. Hemos terminado hace meses, pero parece que sigue aferrado a lo que teníamos.

—Entiendo. —Le ofrecí una bebida y nos sentamos bajo una de las sombrillas—. A veces, las personas tienen dificultades para dejar ir.

Zendaya suspiró, tomando un sorbo de su bebida. —Es más complicado de lo que parece. Yo también lo amé, pero simplemente no funcionó. Y ahora, verlo así... me hace sentir culpable, aunque sé que no debería.

—Es normal sentirte así. —Le aseguré—. Pero no puedes cargar con el peso de sus emociones. Tú también mereces ser feliz.

—Gracias, Nick. —Sus ojos brillaban con agradecimiento—. De verdad, eres increíble. No sé cómo siempre logras decir lo que necesito escuchar.

Me sonrojé un poco, encogiéndome de hombros. —Solo intento ser un buen amigo.

Ella me miró, una sonrisa tierna curvando sus labios. —Eres más que un buen amigo. Eres... especial.