La mañana siguiente, el sol apenas había comenzado a asomarse sobre el horizonte cuando llegué a la playa para trabajar. La brisa marina era fresca y revigorizante, perfecta para un nuevo día de trabajo. Mientras me ocupaba de colocar sombrillas y preparar las sillas, vi a Zendaya acercarse por la arena.
—¡Zendaya! —La saludé con una sonrisa—. No esperaba verte tan temprano.
Ella sonrió débilmente, pero algo en su expresión me dijo que algo no estaba bien.
—Nick, necesito hablar contigo. —Dijo en voz baja, mirando alrededor como si estuviera buscando privacidad.
—Claro, hablemos. —Respondí, dejándome guiar por ella hacia un rincón más apartado de la playa.
Una vez allí, sus ojos se encontraron con los míos, llenos de preocupación.
—Me tengo que ir pronto. —Dijo, con un tono triste—. Vamos a empezar a rodar la nueva película de Spider-Man, y ya sabes lo que eso significa.
Asentí, comprendiendo su situación.
—Sí, entiendo. Pero estoy aquí para apoyarte, Zendaya. Siempre.
Ella me miró con agradecimiento, sus ojos brillando con emoción contenida.
—Gracias, Nick. Realmente lo aprecio.
Antes de que pudiera decir algo más, ella me llevó a un lado, lejos de la vista de los demás. Sus labios se encontraron con los míos en un beso profundo y apasionado. Me sonrojé, pero correspondí al beso, sintiendo la intensidad de sus sentimientos.
—Quiero darte algo, Nick. —Susurró, separándose un poco—. Quiero devolverte un poco de todo lo que me has dado.
Intenté protestar.
—No es necesario, Zendaya.
—Sí lo es. —Dijo, negando con la cabeza y sonriendo—. Ven conmigo.
Me llevó a un pequeño café cercano, entramos al baño de hombres y ella cerró la puerta detrás de nosotros. El espacio era estrecho y oscuro, pero la intimidad del momento lo hacía sentir perfecto.
—Zendaya, esto es... —Comencé, pero ella me silenció con otro beso.
Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, y pronto sentí mi pantalón ajustarse más de lo usual. Ella sonrió al ver mi reacción y se arrodilló, relamiéndose.
—No sabes cuánto he querido hacer esto. —Dijo, mirándome con deseo.
Me cubrió de besos y lamidas, su lengua explorando cada rincón. La sensación era abrumadora y me costaba mantener la compostura.
—Zendaya... Estoy a punto... —Murmuré, desesperado.
—Aguanta un poco más. —Pidió, levantándose y colocándose en posición, apoyada contra la pared—. Tómame.
La adrenalina del momento hizo que todo se sintiera más intenso. La penetré con fuerza y ella gritó de placer.
—¡Dios, Nick! ¡Parece aún más grande! —Gritó, arqueando la espalda.
—Es la adrenalina. —Respondí, riendo entre jadeos.
Ella se reía también, moviéndose con un ritmo frenético. Mis manos encontraron su cuello y lo mordí suavemente, lo que la hizo gemir aún más fuerte.
—¡No pares! —Rogó, sus piernas temblando mientras se acercaba al clímax.
Con una mano libre, comencé a acariciar su sexo, sintiendo cómo explotaba de humedad y calor. Ella se vino con fuerza, su cuerpo temblando de placer.
—¡Oh, Dios, Nick! —Gritó, dejándose llevar.
Se arrodilló nuevamente y me miró a los ojos, su rostro reflejando una mezcla de deseo y satisfacción.
—Sabes que quieres darmela. —Dijo, relamiéndose—. Dámela.
No pude aguantar más. Me retorcí de placer mientras ella me devoraba entero. El estallido llegó y la cubrí con mi esencia. Ella sonrió, haciendo bromas mientras tragaba y saboreaba cada gota.
—Mmm, delicioso. —Dijo, limpiándose con las manos y besando mi miembro antes de ponerse de pie.
Nos acomodamos y ella me miró con cierta preocupación.
—¿Crees que exageré? ¿Acaso querías algo más romántico? Oh Dios, ¿lo arruiné? —Preguntó, insegura.
Me apresuré a tranquilizarla. —Para nada, Zendaya. Fue perfecto, en serio. No cambiaría nada de lo que acaba de pasar.
Ella sonrió, aliviada, y me dio un último beso antes de salir del baño.
Volvimos a la playa, y ella se despidió de mí con una mezcla de tristeza y determinación.
—Nick, tengo que irme ahora. —Dijo, sus ojos brillando con lágrimas contenidas—. Pero quiero que sepas que siempre te llevaré en mi corazón.
—Yo también, Zendaya. —Respondí, dándole un último abrazo—. Cuídate mucho.
Ella se alejó, y noté a algunos de mis compañeros observándonos con curiosidad. Apenas se hubo marchado, comenzaron a hacer comentarios y bromas.
—¡Vaya, Nick! ¡Parece que tienes más que una simple amistad con Zendaya! —Dijo uno de ellos, riendo.
—Sí, no nos habíamos dado cuenta de lo cerca que estaban. —Añadió otro, con una sonrisa pícara.
Me encogí de hombros, sonriendo tímidamente. —Solo somos buenos amigos.
Pero en el fondo, sabía que nuestra relación era especial, algo que ambos valorábamos profundamente. Y mientras volvía a mi trabajo, no podía evitar sentirme afortunado por tener a alguien como Zendaya en mi vida.
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Playa VIP
ФанфикUn joven, por azares del destino, descubrirá que el trabajo en la playa le será más que satisfactorio. Sobre todo porque conocerá a diferentes actrices que, en un principio, sólo vivían en sus sueños. Ahora, frente a esta nueva realidad, tendrá que...