Jenna, con una sonrisa llena de confianza y picardía, me miró directamente a los ojos. Sabía que tenía algo planeado, algo que iba a dejar a Emma en segundo plano, al menos por un rato.
—Nick, cariño, ¿por qué no te recuestas en el suelo? —dijo con su tono juguetón, ya moviéndose hacia donde quería.
Sin decir una palabra, obedecí, acostándome boca arriba, mi cuerpo aún vibrando con la intensidad de lo que acababa de pasar con Emma. Antes de que pudiera procesar lo que iba a suceder, Jenna se subió encima de mí. Pero en lugar de enfrentarme, se giró, dándome la espalda, su mirada fija en Emma, que observaba con interés renovado.
—Jenna... —empecé a decir, pero las palabras se me quedaron atrapadas en la garganta cuando ella comenzó a moverse.
Con una maestría que solo alguien como Jenna podía tener, comenzó a contonear sus caderas, moviéndose en un ritmo que me llevó al borde casi al instante. Su cuerpo era una visión desde esta posición, cada curva acentuada, cada movimiento calculado para darme el máximo placer. Su piel rozaba la mía en un ritmo lento, torturador, y no podía apartar la mirada.
Emma, sin poder resistirse, se acercó a Jenna, y sin previo aviso, la tomó por la barbilla y la besó profundamente. El beso fue apasionado, lleno de deseo, y Jenna, sin detener sus movimientos, le devolvió el beso con la misma intensidad.
—Mmm, Emma... parece que todavía tienes un poco de fuego en ti después de todo —murmuró Jenna, rompiendo el beso, pero manteniendo su rostro cerca del de Emma—. ¿Qué te parece esto? ¿Aún crees que puedes superarme?
Emma se rió suavemente, su rostro aún encendido por la pasión.
—Jenna, querida, te ves increíble ahí... pero no creas que voy a quedarme quieta y ver cómo te llevas todo el crédito —respondió Emma, su voz llena de provocación.
—Oh, ¿es eso una amenaza? —replicó Jenna, girando ligeramente su cabeza para mirarme sobre su hombro, su expresión llena de malicia.
Con cada movimiento, Jenna se hundía más en mí, y el placer se intensificaba a niveles que casi no podía soportar. El calor de su cuerpo, la manera en que lo movía, me estaba volviendo loco. Y no pude evitarlo. Con un gruñido, me vine de nuevo, el placer recorriendo mi cuerpo mientras Jenna continuaba moviéndose, aprovechando cada segundo de mi clímax.
—Vaya, Nick... parece que alguien no pudo esperar —bromeó Jenna, su voz en tono burlón mientras sentía cómo mi cuerpo se tensaba bajo el suyo.
—Lo tengo... tan profundo... dentro de mí —susurró Jenna, mordiéndose el labio mientras se movía un poco más rápido, disfrutando de la sensación. Luego, giró su cabeza hacia Emma—. Emma, cariño, ¿quieres probar lo que estoy disfrutando? ¿Quieres sentir lo que Nick tiene para ofrecer?
Emma sonrió maliciosamente y se acercó a Jenna, su rostro lleno de deseo.
—Me encantaría... —murmuró Emma, su voz ronca mientras sus labios encontraban los de Jenna una vez más, sus lenguas enredándose en un beso apasionado.
Jenna, sin dejar de moverse, soltó un gemido ahogado en la boca de Emma, y luego se separó solo lo suficiente para hablar.
—Mmm, Emma... ¿puedes sentirlo? ¿Cómo se siente, saber que Nick no puede resistirse a mí? ¿Que no puede evitar correrse cada vez que estoy encima de él?
Emma soltó una risa juguetona, sus manos acariciando la cintura de Jenna.
—Lo siento... y déjame decirte, Jenna... es increíble. Pero no te creas invencible. Todavía tengo algunos trucos bajo la manga.
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Playa VIP
FanfictionUn joven, por azares del destino, descubrirá que el trabajo en la playa le será más que satisfactorio. Sobre todo porque conocerá a diferentes actrices que, en un principio, sólo vivían en sus sueños. Ahora, frente a esta nueva realidad, tendrá que...