45. ¿El adios?

110 3 0
                                        


El aeropuerto estaba lleno de esa extraña mezcla de emociones que siempre se siente cuando estás a punto de despedirte de alguien importante. Las luces brillaban demasiado, y el murmullo constante de la gente se sentía distante, como un ruido de fondo que no podía distraerme del hecho de que Jenna y Emma estaban a punto de irse.

—Así que... ¿ya listos para regresar a Hollywood? —les pregunté, tratando de mantener la voz ligera, aunque sabía que mi tono delataba mi tristeza.

—Sí, Nick. Nos esperan muchas cosas allá. Pero no creas que te librarás tan fácilmente de nosotras —respondió Jenna, con esa sonrisa pícara que me hacía derretir.

—Es cierto —agregó Emma, riéndose suavemente mientras me miraba—. Ahora eres parte de nuestras vidas. Aunque estemos lejos, seguirás siendo nuestro... Bueno, ya sabes.

—¿Su qué? —pregunté, intentando no sonrojarme.

—Nuestro hombre, por supuesto —dijo Jenna, dándome un suave golpe en el brazo—. ¿O acaso pensabas que te íbamos a dejar solo?

—Definitivamente no. Pero, ¿qué pasa si alguna famosa trata de coquetearme mientras ustedes no están? —dije en tono de broma, aunque no pude evitar sentir un leve nerviosismo al hacer la pregunta.

Emma me lanzó una mirada llena de fingido disgusto, mientras Jenna levantaba una ceja, claramente disfrutando de la situación.

—Oh, ¿así que ya estás planeando tus aventuras mientras no estamos? —preguntó Jenna, cruzando los brazos y tratando de mantener un semblante serio, aunque sus ojos brillaban con diversión.

—No, no es eso... —comencé a decir, sintiendo cómo el calor subía a mis mejillas.

—Claro que sí, Jenna. Nuestro Nick ya se está imaginando a todas esas actrices llamándolo para... ayuda especial. —Emma se inclinó hacia mí, sus labios a solo unos centímetros de los míos—. Dime, Nick, ¿qué piensas hacer si alguna de ellas te pide un "favor" mientras estamos fuera?

—Yo... bueno... —Intenté articular una respuesta, pero la sonrisa de Emma y la mirada traviesa de Jenna me lo hicieron imposible.

—Tranquilo, Nick. Solo estamos bromeando —dijo Jenna, finalmente dejando escapar una risa—. Aunque... deberías saber que ahora estamos en una relación de tres a distancia.

—Eso significa que nos tendrás a nosotras dos controlando todo desde lejos —añadió Emma, haciéndome sentir un escalofrío de anticipación.

—Pero tampoco somos tan malas —continuó Jenna, guiñándome un ojo—. Puedes atender a todas las chicas que quieras, ¿no es así, Emma?

—Claro, Nick. Sabemos que de algo tienes que vivir. Y si tu... "pollón" te da esa posibilidad, ¿por qué no aprovecharlo? —Emma se rio suavemente, y no pude evitar sonrojarme aún más.

—Bueno, si ustedes lo dicen... —respondí, medio en broma, medio en serio.

—Oh, lo decimos en serio, cariño —dijo Jenna, acercándose un poco más—. Pero recuerda, siempre seremos nosotras las que te conocemos mejor.

—Exactamente —añadió Emma, poniendo una mano en mi pecho—. Pero más te vale que estés preparado para cuando regresemos, porque vamos a hacerte trabajar duro, Nick.

Ambas comenzaron a reírse, y no pude evitar unirme a ellas. A pesar de la tristeza de la despedida, lograron que todo se sintiera más ligero, como si incluso en la distancia, nuestra conexión siguiera tan fuerte como siempre.

—Ahora, ven aquí —dijo Jenna, jalándome suavemente hacia ella.

No tuve tiempo de reaccionar antes de que sus labios se estrellaran contra los míos en un beso profundo y apasionado. Sentí cómo nuestras lenguas se entrelazaban, y el mundo a nuestro alrededor se desvanecía por un momento. Cuando nos separamos, ambos estábamos sin aliento, y pude escuchar algunos murmullos a nuestro alrededor, pero no me importaba.

—Eso es para que no nos olvides —dijo Jenna, sonriendo antes de dar un paso atrás.

Antes de que pudiera decir algo, Emma tomó su lugar, atrayéndome hacia ella y dándome un beso igual de intenso, que me dejó con la cabeza girando. Su lengua rozaba la mía con una delicadeza que contrastaba con la fuerza de su agarre.

—Y eso es para que recuerdes quién manda aquí —dijo Emma, riéndose suavemente mientras se apartaba, dejándome totalmente aturdido.

La gente a nuestro alrededor seguía murmurando, algunos con miradas sorprendidas, otros con sonrisas divertidas. Pero en ese momento, solo podía concentrarme en las dos mujeres frente a mí, que habían cambiado mi vida de maneras que nunca hubiera imaginado.

—Cuídense... y manténganse en contacto, ¿de acuerdo? —logré decir, aún recuperándome.

—Por supuesto, Nick. No te preocupes por eso —dijo Jenna, dándome un último abrazo.

—Te extrañaremos —añadió Emma, mirándome con ojos brillantes antes de girarse hacia la puerta de embarque.

Vi cómo se alejaban, sus figuras se mezclaban con la multitud del aeropuerto hasta que desaparecieron de mi vista. Mi corazón se encogió un poco al ver el avión en el que iban a despegar, llevándoselas de vuelta a Hollywood.

Me quedé allí, observando mientras el avión se elevaba en el cielo, con una mezcla de tristeza y esperanza. Sabía que era el comienzo de algo nuevo, pero eso no hacía que la despedida fuera más fácil.

Respiré hondo, cerré los ojos por un momento y luego me di la vuelta para salir del aeropuerto. Aunque sentía un vacío en el pecho, también estaba seguro de que esto no era un adiós definitivo. Solo era un "hasta pronto". Y con esa certeza, comencé a caminar, sabiendo que no importaba la distancia, siempre estaríamos conectados.

Playa VIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora