El Templo

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Con el líder de los Guardianes de las Sombras purificado y la primera parte de su misión cumplida, Sarah y su madre sabían que debían continuar su viaje para purificar todos los portales restantes. El templo de los Eterianos, ahora libre de la corrupción, les ofrecía una breve sensación de calma y renovación.

—Necesitamos un plan para encontrar y purificar los otros portales —dijo Sarah, mientras exploraban la cámara central del templo.

—El libro de los Eterianos debería contener las ubicaciones de los demás portales —respondió su madre—. Pero primero, necesitamos encontrar una forma de movernos rápidamente entre ellos. No sabemos cuánto tiempo nos queda antes de que la corrupción vuelva a ganar fuerza.

Sarah asintió, y juntas buscaron en el templo cualquier pista que pudiera ayudarlas. En una sala lateral, encontraron un antiguo mapa tallado en piedra. Mostraba varios puntos de luz conectados por líneas brillantes, representando los portales y las rutas entre ellos.

—Este es el mapa que necesitamos —dijo su madre, estudiando los detalles—. Cada punto de luz es un portal. Si seguimos estas rutas, podremos llegar a ellos más rápidamente.

Armadas con el conocimiento del mapa, Sarah y su madre utilizaron el medallón para abrir un nuevo portal. Esta vez, fueron transportadas a un exuberante bosque lleno de vida. La atmósfera era completamente diferente al sombrío templo anterior; el aire estaba lleno de los sonidos de la naturaleza y el susurro del viento entre los árboles.

—Debemos estar cerca del siguiente portal —dijo Sarah, observando el entorno—. Siento una energía diferente aquí, como si el bosque mismo estuviera protegiendo el portal.

Avanzaron con cautela, siguiendo el mapa y la sensación creciente de energía. Pronto, llegaron a un claro donde un gran árbol antiguo se alzaba majestuosamente. En sus raíces, vieron un arco de piedra cubierto de runas brillantes: el portal.

—Este lugar parece estar en equilibrio —dijo su madre—. Pero debemos asegurarnos de que el portal esté purificado.

Mientras se acercaban, un espíritu del bosque, una figura etérea y luminosa, emergió del árbol.

—Bienvenidas, guardianas del medallón —dijo el espíritu con una voz suave y melodiosa—. Este portal ha sido protegido por nuestra energía, pero la corrupción acecha en las sombras, esperando un momento de debilidad.

Sarah y su madre se inclinaron en señal de respeto.

—Hemos venido a purificar todos los portales y restaurar el equilibrio entre los mundos —dijo Sarah—. ¿Cómo podemos ayudarte a proteger este portal?

El espíritu del bosque les sonrió, extendiendo una mano luminosa hacia ellas.

—Debemos realizar un ritual de purificación. Necesitaremos tu medallón y tu conexión con los Eterianos. Juntas, invocaremos la energía de la naturaleza para reforzar la barrera protectora.

Con la guía del espíritu, Sarah y su madre colocaron el medallón en el centro del portal y se unieron a la figura etérea en un círculo. Empezaron a recitar las palabras del antiguo libro de los Eterianos, invocando la energía del bosque. Sentían cómo el poder del medallón se fusionaba con la energía del espíritu, creando una luz brillante que envolvía el portal.

La luz se intensificó, purificando cualquier rastro de corrupción y reforzando las barreras protectoras. Cuando el ritual terminó, el portal brillaba con una luz pura y constante.

—Gracias, guardianas —dijo el espíritu—. El portal está purificado y protegido. Su viaje es noble y necesario. Que la naturaleza les guíe y proteja en su camino.

Sarah y su madre, sintiendo una renovada energía y determinación, se despidieron del espíritu del bosque y se prepararon para continuar su misión.

—Cada portal purificado nos acerca más a nuestro objetivo —dijo su madre mientras abrían otro portal—. Debemos mantenernos fuertes y unidas.

El siguiente portal las llevó a una vasta llanura bajo un cielo estrellado. A lo lejos, vieron una estructura de piedra que brillaba débilmente.

—Ese debe ser el próximo portal —dijo Sarah, señalando la estructura—. Vamos, mamá. Juntas, purificaremos todos los portales y restauraremos el equilibrio.

Mientras avanzaban bajo el manto estrellado, Sarah y su madre sabían que su viaje aún estaba lleno de desafíos, pero estaban preparadas para enfrentarlos con valentía y sabiduría. La conexión entre ellas y el poder del medallón les daría la fuerza necesaria para triunfar. Cada paso las acercaba más a la restauración del equilibrio entre los mundos y a la esperanza de un futuro brillante y armonioso.

Lo que esconden los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora