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ERA DE MAÑANA EN LA ISLA DE LOS PERDIDOS. La joven Tenebra se encontraba leyendo aburrida uno de sus libros en su escritorio.
Al escuchar un ruido, se asomó a su ventana, divisando an Archie, quien bajaba la colina para encontrarse con sus amigos.
-¡Archie!, ¡Espérame!- Gritó desde su ventana antes de bajar las escaleras con cautela y salir de su hogar, llegando a donde estaba el chico.
Archie estaba confundido por las acciones de su amiga, ya que él sabía muy bien que a su padre no le agradaba que ella saliera.
-¿Tu padre finalmente te dejó salir?
-Sí, me dijo: "Hija, es tiempo de que conozcas a nuestros súbditos".- Afirmó, intentando imitar la voz grave e intimidante de su padre.
-Wow, qué lindo.- Dijo el con sarcasmo.
-Ya sabes cómo es él.- Comentó entre risas mientras continuaban su camino al centro de la isla.
Al llegar, recibieron muchas miradas por parte de la gente. Sabían quién era Tenebra, e incluso la habían visto en un par de ocasiones, pero les extrañaba verla a plena luz del día y sin la compañía de su padre.
Archie guió a la joven a una especie de guarida que estaba en ruinas, llena de afiches y grafitis al igual que toda la isla. Al adentrarse, se encontraron con dos personas, una chica de cabello morado y un chico con rasgos asiáticos, ambos sentados en el sofá del lugar.
-Chicos, ella es Tenebra.- Dijo Archie, para presentarles a su amiga. -Tenebra, ellos son Maddie y Kai. Maddie es nieta de Madame Mim, y Kai, hijo de Shan Yu.
-Tú debes ser hija de Chernabog, ¿no es así? Apenas y has puesto un pie fuera de esa colina.- Dijo Maddie con un tono arrogante.
-Así es.- Se limitó a responder la joven.
-Y... ¿a qué se debe este recorrido?- Preguntó Kai.
Tenebra iba a contestar, sin embargo, Archie la interrumpió antes de que pudiera hablar.
-Solo le muestro la isla.- Respondió.
-Ya veo. De ser así, permítanos acompañarlos.- dijo Kai mientras se levantaba y se colocaba frente a ambos.
Esto provocó el enojo de Maddie, la cual no tenía ningún deseo de acompañar a Tenebra.
-¿Permítanos?- Dijo la de cabellos morados mientras se levantaba. -Yo no iré a ningún lado con una princesita de los demonios.
-Ay, vamos, Maddie. No seas celosa.
-No estoy celosa.- Afirmó la chica.
-No se preocupen, chicos, no hace falta juntarme con alguien tan desagradable.- Comentó Tenebra, para poner fin a la discusión.
