EL AMBIENTE EN LA HABITACIÓN YA ERA MUCHO MAS TRANQUILO, Tenebra ya se encontraba mucho mas recuperada, sosteniendo a su recién nacida en brazos, mientras su amado también la sostenía con delicadeza. La pequeña, envuelta en una manta rosa, dormía plácidamente, su respiración regular y serena.
Carlos estaba absorto en observar a su hija y a Tenebra, con una expresión de alivio y satisfacción en su rostro.
La puerta se abrió suavemente y entraron Mal, Ben, Evie, Jay, Archie, Maddie y Kai. Todos llevaban sonrisas de anticipación y emoción mientras se acercaban a la cama.
Tenebra sonrió débilmente al ver a sus amigos, agradecida por su presencia. -Estoy tan feliz de que estén aquí.
-¡Qué hermoso es verlos a los tres juntos!- Comentó Evie, su voz llena de ternura mientras se acercaba a la cama para mirar a Luna. -¿Como te sientes?
-Como si me hubiera arroyado un auto. Pero mucho mejor.- Bromeó, haciendo que la contraria riera. -¿Carlos, quieres presentarla?
Carlos, con los ojos brillando de orgullo, sostuvo a su hija y se acercó para mostrarla a sus amigos. -Ella es Luna.- Dijo, su voz temblando de emoción. -Nuestra hermosa hija.
Mal, Evie y Maddie se acercaron y se inclinaron para mirar a la bebé. Mal, con lágrimas en los ojos, exclamó: —¡Es preciosa! No puedo creer lo pequeña que es.
-¿Quieres cargarla?- Le preguntó Tenebra a Evie, quien aún estaba a su lado.
-Claro.- Contestó Evie, con sus ojos llenos de ilusión.
Carlos pasó a Luna a los brazos de Evie con delicadeza, y ella la sostuvo con una expresión de admiración. -Hola, cariño. Soy tu tía Evie. Serás la niña más hermosa.- Le murmuró a Luna, que aún mantenía sus ojos cerrados.
Archie, siempre el más observador, notó la debilidad en Tenebra pero no dijo nada, limitándose a ofrecer una sonrisa de apoyo. -Estoy seguro de que será tan valiente y fuerte como su madre.
-Ella es preciosa, Tenebra. - Dijo Jay, mientras se acercaba para verla.
Mal, con una sonrisa tierna, extendió una mano para acariciar la pequeña mano de Luna. -Es perfecta. Estoy tan feliz de que todo haya salido bien.
Ben se acercó y abrazó a Carlos con una palmada en la espalda, reconociendo el esfuerzo y la dedicación de su amigo. -Felicitaciones a ambos.
La habitación se llenó de murmullos de admiración y alegría mientras los amigos pasaban turnos para mirar a la bebé y ofrecer palabras de felicitación. Carlos y Tenebra compartieron miradas de agradecimiento y felicidad, disfrutando de la compañía y el amor de sus seres queridos.
