XI. ʀᴇᴄᴇᴛᴀ ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ ᴅᴇsᴀsᴛʀᴇ

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TENEBRA ENTRÓ A EL DORMITORIO QUE COMPARTÍA CON MAL E EVIE, encontrándose solo en Evie en el.

-Oh, toma. -Dijo tendiéndole un sobre con dinero. -Tu parte del dinero de los vestidos. Sabes que jamás hubiera podido hacer tantos sin tu ayuda.- Dijo con una sonrisa.

-Gracias, Evie. Pero tú fuiste la que hizo los vestidos, yo solo hice los bocetos.

-No, no, no. Ambas trabajamos en esto. Así que ambas nos dividimos el dinero.

-Está bien.- Contestó Tenebra con una sonrisa ladina, guardando el sobre en su bolsillo.

-Por cierto. Hay algo que quiero preguntarte.- Dijo Evie mientras se sentaba en su escritorio para continuar con sus vestidos. -¿Qué hay entre Carlos y tu?- Preguntó mientras insertaba hilo dentro de una aguja.

-Que bueno que preguntas. Por que hoy tengo una cita con el.- Contestó Tenebra con una sonrisa.

Evie, dejó sus cosas de lado y se levantó de su escritorio en un santiamén. Acercándose a su amiga con emoción. -¡Lo sabía! -Dijo con un grito de felicidad. -Sentí la tensión en cuanto salieron de ese bosque hace meses. ¡Los chicos tenían razón!

-Si, ajá. Solo me invitó a una cita, Evie. No es nada del otro mundo.- Contestó intentando suavizar sus emociones.

-¿Nada del otro mundo? ¡Hay que arreglarte cuanto antes!- Exclamó, sentando a la chica en su tocador. -Vas a quedar hermosa.- Dijo mientras la abrazaba. -Aunque, tal vez deberías de tomar una ducha primero.- Dijo viéndola un poco apenada.

-¡Juro que no soy yo! ¿¡Okay!?- Contestó la chica, apenada al percatarse de su olor. -¡Esa celda de mi padre era asquerosa!

-Tranquila, tranquila. Te creo.- Dijo para calmarla. -Ese padre tuyo tiene que limpiar su castillo de vez en cuando. Ademas - Olfateó su brazo. -Yo tampoco huelo muy bien que digamos- Bromeó, causando la risa de Tenebra.

Por otro lado, en la cocina del castillo, Carlos, Jay y Archie estaban inmersos en la preparación de la comida para el picnic con Tenebra. La cocina, normalmente un lugar ordenado y organizado, se había convertido en un caos. Ollas y sartenes estaban dispersas por todas partes, ingredientes por el suelo y el humo empezaba a llenarlo todo.

Carlos tenía una expresión de pánico, agitaba un sartén demasiado cerca de la estufa. -¡Esto no está saliendo como pensé!- Gritó, mientras el humo se intensificaba.

Jay, con su habitual confianza, trataba de rescatar algo de lo que parecía ser una mezcla de ensalada, pero solo conseguía que las verduras se quemaran más. -¡No sé qué estamos haciendo mal! ¡Esto debería ser sencillo!- Dijo, frotándose la frente con frustración.

Archie, que intentaba hacer algo con las frutas, estaba cubierto de jugo y crema, mirando con desesperación cómo el desastre culinario se desmoronaba a su alrededor. -Esto es una pesadilla...- Murmuró, viendo cómo su última esperanza de preparar un picnic decente se desmoronaba.

Justo cuando parecía que todo se iba a convertir en un desastre total, la puerta de la cocina se abrió con un suave crujido, y Mal apareció en el umbral, con una mirada de sorpresa y algo de diversión en sus ojos al ver la escena caótica.

-¿Qué hicieron aquí? ¿Una pelea de comida?- Preguntó la chica alzando una ceja.

Carlos, Jay y Archie se volvieron hacia ella, con caras llenas de frustración y desesperanza. -Mal, por favor, ayúdanos.- Suplicó Carlos, mientras el humo comenzaba a causarles más problemas. -Me estaban ayudando a hacerle un picnic a Tenebra. ¡Pero todo se salió de control!

Mal, sin decir más, levantó una mano y murmuró unas palabras en voz baja. Un destello de luz azul se esparció por la cocina, y en un instante, la confusión y el desastre se transformaron en algo mucho más presentable. La olla quemada se convirtió en una sopa humeante con un aroma delicioso, las verduras carbonizadas se convirtieron en una ensalada colorida y fresca, y los postres que Archie había intentado preparar, aunque no perfectos, ahora se veían apetitosos y bien presentados.

-Ahí lo tienes. No es un banquete de gala, pero creo que es lo suficientemente bueno para Tenebra.- Dijo Mal.

Carlos, Jay y Archie miraron la mesa, ahora organizada y perfectamente arreglada, con los platos listos para el picnic. La tensión en sus rostros comenzó a relajarse, y una sonrisa de alivio apareció en los suyos.

-Gracias, Mal. No se qué haríamos sin ti.- Agradeció Carlos.

-Creo que nuestra carrera culinaria ha llegado a su fin.- Bromeó Jay.

-Ahora.- Dijo girándose hacia Carlos. -Ve a arreglarte para tu cita. Nosotros nos encargaremos de que esté picnic sea perfecto.- Dijo, guiñándole un ojo.

Carlos asintió, con una mezcla de gratitud y emoción. Saliendo de la cocina para ir a prepararse para ver a su querida Tenebra.

-Espero que no lo arruine. Lo dejé faltar a un día de práctica por esto.- Comentó Jay.

-No lo hará. Tiene buen corazón. De seguro conquistará a Tena.- Dijo Archie con una sonrisa en su rostro, convencido de que sus dos amigos se volverían pareja para el final del día.

-Umm... ¿Hola?- Dijo Mal con sarcasmo llamado la atención de los chicos. -Aún tenemos trabajo que hacer.- Dijo, haciendo que ambos regresarán a la cocina.



...

-sɪ ʟᴇs ᴇsᴛá ɢᴜsᴛᴀɴᴅᴏ ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ¡ᴘᴏʀ ғᴀᴠᴏʀ ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ!

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-sɪ ʟᴇs ᴇsᴛá ɢᴜsᴛᴀɴᴅᴏ ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ¡ᴘᴏʀ ғᴀᴠᴏʀ ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ!

𝙏𝙊𝙒𝘼𝙍𝘿𝙎 𝙏𝙃𝙀 𝙎𝙐𝙉 | ᴄᴀʀʟᴏs ᴅᴇ ᴠɪʟ ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora