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ִֶָ 𓂃˖˳·˖ ִֶָ ⋆★⋆ ִֶָ˖·˳˖𓂃 ִֶָ Fine Line by Harry Styles
PASARON CATORCE AÑOS DESDE EL NACIMIENTO DE LUNA, los hijos de villanos finalmente lograron vivir en paz, ahora siendo parte de Auradon.
Jay y Archie viajaron por el mundo, y después de un largo tiempo, decidieron adoptar a un niño, al cual llamaron Kieran.
Evie logró abrir su enorme boutique con Tenebra como socia, y junto a Doug, tuvo un hijo llamado Evan.
Kai y Jane se casaron, y tuvieron un hijo llamado Jake, todo un guerrero, al igual que su padre.
Mal y Ben, ya como rey y reina de Auradon, tuvieron a los gemelos, y herederos del trono, Blair y Mason.
Mientras que Tenebra, ya como diseñadora, y Carlos como veterinario, criaron a su hija Luna con amor y dedicación. Los seis niños, ahora comenzarían una nueva etapa en sus vidas, ya que empezarían la preparatoria en Auradon juntos.
La luz del sol se filtraba a través de las cortinas, llenando la habitación con un suave resplandor matutino. Tenebra y Carlos estaban aún en la cama, envueltos en las cálidas sábanas. El reloj marcaba las primeras horas de la mañana, y la casa estaba envuelta en una tranquila calma, interrumpida solo por el murmullo del viento afuera.
Carlos se despertó primero, notando la presencia cálida de Tenebra a su lado. Se giró para mirarla y vio que su esposa aún estaba dormida, su rostro relajado y sereno. Sonrió con ternura y le dio un beso suave en la frente antes de levantarse con cuidado.
Mientras Carlos se preparaba, Tenebra comenzó a despertar, sintiendo la frescura de la mañana y como el calor de los abrazos de su esposo desaparecía. Abrió los ojos lentamente y vio a Carlos de pie junto a la ventana, preparándose para el día.
-Buenos días.- Dijo Tenebra con voz suave, estirándose y sonriendo mientras se sentaba en la cama.
Carlos se volvió hacia ella con una sonrisa brillante. -Buenos días, amor. ¿Lista para llevar a Luna?
Tenebra asintió, su entusiasmo evidente a pesar del cansancio. -Sí, no puedo creer que nuestra pequeña esté a punto de empezar en la preparatoria de Auradon.
Carlos se acercó y se sentó a su lado, tomando su mano en la suya. -Yo tampoco puedo creerlo. Parece que fue ayer cuando era solo una bebé.
Se levantaron juntos y se prepararon para el día. Mientras se vestían y se preparaban para la mañana. Después de un rato, ambos bajaron a la cocina para preparar el desayuno.
Tenebra estaba de pie junto a la encimera, batiendo una mezcla para hacer panqueques, mientras Carlos ponía la mesa.
Carlos miró hacia Tenebra con una sonrisa. -¿Cómo va ese desayuno?
