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EVIE SE ENCONTRABA DÁNDOLE LOS ÚLTIMOS RETOQUES AL MAQUILLAJE DE TENEBRA, cuando de repente, notó que la joven tenía la mirada perdida.
-¿Qué tienes? ¿Estás nerviosa?- Preguntó Evie con preocupación.
-No.- Contestó Tenebra. -Es solo que... me siento culpable, por lo que le hice a Maddie y Kai.- Dijo cabizbaja.
Evie se agachó para quedar a la altura de su amiga. -Debí de presionar a Ben, para que trajera a más hijos de villanos. Estuve tan ocupada tratando de encajar y de deshacerme de mis pesadillas, que olvide que tenía amigos en la isla, Evie. Amigos que contaban conmigo. Y yo los traicioné. Fui desleal.- Dijo Tenebra, con lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.
-No hay nadie más leal que tú, Tenebra. Eso no fue tu culpa.- Dijo Evie tomando sus manos.- Todos teníamos un trabajo que cumplir aquí, en Auradon. No podíamos encasillarnos en traer a más villanos de la isla sin ser el ejemplo primero. Eres de las personas más fuertes y bellas que conozco. Y tal vez ellos no entiendan lo que pasó. Pero yo sí. Yo, y todos los demás. Siempre voy a estar para ti, lo sabes ¿Cierto?- Preguntó con una sonrisa, secando las lágrimas de la contraria con sus dedos.
-Si, lo sé.- Contestó Tenebra, abrazando a su amiga.
-Te quiero mucho, Tena.
-Yo igual, Evie.- Contestó Tenebra mientras aún se abrazaban.
Al separarse, Evie arregló el poco maquillaje de Tenebra que se corrió por sus lágrimas. Escuchando como alguien tocaba la puerta.
-Es hora.- Dijo Evie con chillido de emoción, viendo como Tenebra se encontraba igual de emocionada.
-¿Me veo bien?- Preguntó nerviosa.
-Te ves absolutamente hermosa, Tena.- Dijo Evie, recostándose de su hombro.
Tenebra abrió la puerta, encontrándose con su cita, el cual llevaba un pequeño ramo de flores en sus brazos.
-Wow.- Dijo Carlos al ver lo deslumbrante que se veía Tenebra.-Tenebra... te ves... increíble.
Tenebra sonrió tímidamente, notando el nerviosismo y la admiración en los ojos de Carlos.
-Gracias, Carlos. Tú también te ves muy bien.- Contestó con una sonrisa.
El chico se sonrojó ligeramente, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. Se acercó a Tenebra y le entregó el ramo de flores que preparó. -Son para ti. -Dijo con una sonrisa. -¿Lista para nuestra cita?
-Claro que sí.- Contestó con una sonrisa, saliendo de su dormitorio y cerrando la puerta detrás de ella. No sin antes darle una mirada de gratitud a Evie, la cual se limitó a sonreírle emocionada.
Carlos tomó su mano y la guió a un punto un poco más alejado del jardín, el cual rara vez tenía gente.
Tenebr, vio un pequeño picnic, el cual estaba justo enfrente del arrollo. Habían cientos de árboles que lo rodeaban, algunos con flores en sus ramas que le daban un toque especial a aquella escena. Ambos se sentaron en la manta que cubría una parte del césped y comenzaron a charlar.
-Espero que te guste lo que hemos preparado.- Carlos sacando las bebidas que había traído.
-¿Hemos?- Preguntó Tenebra.
-Si. Les pedí ayuda an Archie y Jay para preparar la comida.- Dijo mientras reía al recordar el desastre que ocasionaron en la cocina. - Digamos... que no salió muy bien. Pero Mal vino a ayudarnos, y acabó encargándose de casi todo.- Añadió apenado, causando la risa de la contraria.
-¿Enserio? No puede ser.- Dijo mientras reía. -Me alegra mucho que hayan hecho todo esto para mi. No tienes idea de lo feliz que me hace sentir.- Dijo mientras miraba al chico con ternura, haciendo que este se sonrojara.
Cuando Tenebra comenzó a ponerse nerviosa por su mirada, decidió sacar otro tema a conversación. -Por cierto. Hablé con el Hada Madrina. Le dije sobre mis pesadillas y que si hay algún hechizo o algo que pueda ayudar.
-Y ¿Que te contestó?- Preguntó Carlos con preocupación.
-Dijo que me anotará a terapia.- Contestó la chica con una mirada de confusión, ya que aún no entendía cómo es que eso podría ayudar.- Dijo que la magia oscura es muy difícil de controlar. Y que probablemente la solución sea hablar las cosas con mi padre. Pero... debido a la situación, pues, no se puede.- Dijo algo decepcionada.
-Lo lamento. Pensé que si habría algo que podría ayudar.- Dijo Carlos.
-Bueno, creo que la terapia podría ayudar. No es tan efectiva como un hechizo o algo, pero es lo que hay.- Afirmo Tenebra, haciendo que su sonrisa regresara a su rostro. Ya que sabía que tarde o temprano, las cosas entre ella y su padre podrían llegar a mejorar.
-Si de algo sirve, siempre estaré aquí para ti. Si en algún momento crees que no funciona, hallaremos alguna otra forma de controlar tus pesadillas.- Dijo Carlos, instantáneo reconfortarla.
-Gracias, Carlos. No se que haría sin ti.- Contestó la chica, haciendo que el contrario sonriera ante sus palabras.
Tras una linda tarde, mientras ambos estaban a punto de recoger sus cosas. Carlos, finalmente se sentía lo suficientemente cómodo y seguro de sí mismo con Tenebra. Así que se armo de valor, e hizo lo que debió de haber hecho hace varias semanas. Invitar a Tenebra al baile.
-Tena.- Dijo, llamando la atención de la contraria. -Hay algo que quiero preguntarte. -Dijo mientras la chica lo miraba atentamente. -Te gustaría ir al baile conmigo?- Preguntó, ambos quedándose en silencio. -Eh, si no quieres está bien. Iremos todos juntos en...- Dijo antes de ser interrumpido por Tenebra, la cual tomó su rostro y le plantó un beso en sus labios. El cual el correspondió segundos después.
-Pensé que no me lo preguntarías.- Contestó la chica tras separarse de su beso.
-Entonces, ¿Eso es un sí?- Preguntó Carlos aún algo dudoso y en shock por lo que acaba de pasar.
-¡Si!- Exclamó la chica, haciendo que Carlos saltara de felicidad y abrazara con fuerza a la contraria, ambos sonrientes y emocionados por lo que se avecinaba.
...
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Nota: Lamento mucho no haber podido actualizar ayer. Es que fueron las elecciones de Venezuela. Y todos nos encontramos muy preocupados por la situación.
