Quizás te habían dicho que es un abogado novato, pero no es verdad. Es el diablo en persona: ruso, millonario, codiciado, peligroso y sin escrúpulos. Así se describe Cassian Rostov, un abogado de la mafia. Las leyes del abogado perderán su rigidez c...
Esta imagen como las que están en mi historia fueron creadas por mí en una aplicación. Cualquier infiltración de ella, soy la dueña original de su creación.
Atentamente, Mei
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Cassian
Los leopardos rugían ferozmente mientras los acariciaba. Algo que siempre aprecié fue a estos animales. Hace siete años crié desde pequeños a estos depredadores que hacen mi voluntad. Son un peligro, y con una sola orden mía, son capaces de devorar en segundos. Uno es Furia y el otro es Ira.
—Me han extrañado—paseaban por mis piernas, fieles a mí—. Tienen hambre.
—Señor, estos gatos están muy grandes—Tony tragó seco—. ¿Debo estar aquí con usted?
—Si perciben tu miedo, te atacarán. Pero no lo harán a menos que yo se lo ordene.
—Usted no ordenaría tal cosa.
Los leopardos observaban a Tony como si él fuera una presa. Pero no le harán nada; no atacan sin que yo se lo ordene. Así los eduqué: solo comen carne humana y no son amables con los intrusos.
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—No juegues con mi juicio, Tony.
—Sé que no tiene ni un poco. Pero ¿quién lo ayudará cuando la señorita lo mande a fregar espárragos?
Al igual que los leopardos, mi mirada seguía fija en él. Un solo movimiento y los animales lo destrozarían.
—Si no cierras esa boca, pienso alimentar a mis demonios contigo.
—Sigue siendo el mismo joven grosero, señor Rostov.
—Si no me hubieras sido tan útil, te despellejaría vivo.
—No tendría padrino de bodas—se burla.
—Agradécele a mi mujer por eso.
Terminé de dar de comer a mis leopardos y salí de la jaula. Tony huye casi corriendo. Aquí traeré a mi padre; mis demonios lo quieren conocer, y les daré ese placer.
