Mavie
Roxan perdió el control en cuanto Cassian se acercó demasiado. Sin mediar palabra, le lanzó el primer golpe directo al rostro, y Cassian apenas tuvo tiempo de reaccionar. El impacto retumbó en la habitación, y antes de que alguien pudiera detenerlo, Roxan ya estaba lanzando otro puñetazo, cada uno más violento que el anterior.
—¿Eso es todo, Roxan? Pensé que me odiabas más.
—Es mi hija, y te la confié desgraciado.—le dio otro puñetazo—¡MI HIJA!
—Me enamoré—escupió sangre—Ella también lo hizo. Está embarazada de mi, es mi hijo.
—Papá, basta. No lo lastimes así, por favor, ya detente.
Cassian no se defendía; me había dicho que cuando mi padre se enterara, dejaría que lo golpeara. Pero Roxan no se estaba midiendo, lo estaba lastimando. Tony no se mete, se mantiene al margen no deseo esto yo no quiero verlo así.
—Por favor, para ya, él es el padre de mis hijos —grité, y él se detuvo.
Roxan se detuvo abruptamente, su puño todavía en el aire, mirando a Cassian. Se revolvió para mirarme.
—¿Hijos? —repitió lentamente, dejando caer su brazo—. ¿Estás diciendo que estás esperando más de uno?
—¡Cassian! —rugió Roxan, volviéndose hacia él nuevamente—. ¿Sabías de esto?
—Sí, lo sabía —dijo con voz ronca—. Mavie me lo dijo hace unos días.
—¿Y por qué no hiciste nada al respecto? —proclamo—¡La dejaste sola en este estado!
—¡No fue así! —gritó, enderezándose con dificultad—. No quería dejarla, pero me asusté. Pensé que no podría ser un buen padre, que no merecía tener una familia.
—La dejaste embarazada de dos infeliz.
El se quedó mirando a Roxan, aturdido por la revelación. Se volvió pausadamente hacia mí, sus ojos me buscaron.
—¿Dos? —pronunció en un susurro—. ¿Vamos a tener dos hijos?
—Sí, Cassian. Dos.
—¡Suficiente! —exclamó uno de los médicos—. Este es un hospital, no podemos permitir peleas aquí.
Roxan se apartó de Cassian, respirando agitadamente. Laury me rodeó con sus brazos.
—Deberíamos irnos de aquí, Mavie. Esto no es bueno para ti ni para los bebés.
—Mavie, tenemos que hablar, por favor.
—No tenemos nada de qué hablar. No vuelvas a intervenir en mi vida de este modo. Se acabó, Cassian, todo terminó.
—¿Qué quieres decir con que todo terminó?
—No vas a volver a verla más —intercedió Roxan, poniéndose entre nosotros—. Tuviste tu oportunidad y ¿qué hiciste, imbécil? La heriste. No quiero que te acerques a ella ni a mis nietos.
—Eso no lo decides tú, Roxan.
—Pensé que eras mi amigo, te confié lo que más aprecio y ¿cómo me pagas? Lastimándola y dejándola embarazada y sola.
—No soy amigo de nadie y te lo dije. No me disculparé por lo que pasó. Me enamoré de ella y pienso recuperarla.
—No —intervine—. Todo acaba aquí, Cassian. Me perdiste en el momento en que rechazaste a tus hijos. No volverás a saber de mí nunca más.
Laury tomó mi mano y salimos del cuarto del hospital.
Cassian
Si tenía miedo con uno, ahora me volveré loco con dos. Roxan me partió la cara y dejé que lo hiciera, me lo merecía, pero ya su momento pasó. No permitiré que me toque otra vez, me lo cargaré. El idiota de Ken se fue antes de que le cortara las manos por entrometido. Mira que atreverse a tocar a mi mujer y a mis hijos es un suicidio.
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"El Abogado de la Mafia" { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨✅}
RomanceQuizás te habían dicho que es un abogado novato, pero no es verdad. Es el diablo en persona: ruso, millonario, codiciado, peligroso y sin escrúpulos. Así se describe Cassian Rostov, un abogado de la mafia. Las leyes del abogado perderán su rigidez c...