MavieAlejé mis manos de él y volví a tomar mi maleta. Le di la espalda y caminé hacia el avión, dejándolo atrás, arrodillado y todo demacrado. Al caminar, los murmullos de las personas me llenaban los oídos mientras que el corazón se me hacía pedazos.
—¿No es el abogado Cassian Rostov de rodillas?—dijo una mujer a mi lado.
—Oh, sí, pero, ¿qué hace arrodillado así tan bajo?
—¿Y si le tomamos una foto?Al escuchar eso, la tomé de la mano y le quité el celular. No quería irme, no podía hacerlo. Si me voy, termino matándolo y ahogándome yo misma en mi miseria. Todos merecemos una oportunidad, y yo pienso dársela.
—Oye, ¿qué te pasa?
—Si le tomas una sola foto a mi novio, te arranco los malditos ojos.
Le tiré el teléfono al piso. Ella me miró molesta, la ignoré y me regresó, volviendo hacia él. Tomé sus manos y le levanté la cara para que me mirara. Estaba perdido, mirando hacia el suelo, con los puños cerrados y los ojos llenos de lágrimas. Todo en él me afectaba. Tomé mi abrigo y lo abracé. Tome su cara entre mis manos. Sus orbes grises me miraban suplicantes, y mi corazón no podía soportar verlo así. Le había prometido no dejarlo, y no lo haría.
—Has vuelto —dejó escapar una risa nerviosa—. Volviste, mi amor.
—No puedo dejarlo, señor Rostov. Le prometí que no me iría y no lo haré.
Cassian se arrodilló frente a mí, en medio del bullicio del aeropuerto. La gente nos miraba, eso no importaba. No podía permitir que lo vieran vulnerable de esa manera.
—Imploró tu perdón—agarró con fuerza mis piernas—Te suplico, que no me dejes, por favor perdóname Mavie. Soy un idiota, un desdichado que no sabe vivir sin ti.
—Qué forma de despreciarme, Cassian. Me heriste.
—Yo no... No sabía lo que decía. Quédate, haré lo que sea, pero no te vayas, Mavie. Yo te amo.
¿Me ama? Ha dicho que me ama, y lo peor de todo es que le creo. Me hinque frente a él y tomé su cara entre mis manos. Sus orbes grises me miraban suplicantes, y mi corazón no podía soportar verlo así. Le había prometido no dejarlo, y no lo haría.
—Volvamos a casa, bebé. Necesitas un baño.
—¿Me perdonas, Mavie?
—Recuerdas cómo funciona esto—le recordé, viendo la esperanza en sus ojos. Consintió con la cabeza.
—Te lo contaré todo, pero no me abandones.
—No lo haré—toque su mejilla—Me quedaré a tu lado.
—Mavie—Roxan y Laury se acercaron a mí—Es hora de subir al avión.
—¿Cassian?—se sorprendió mi padre—¿Qué hace aquí?
—Papá, no me puedo ir y dejarlo así—entrelace mi mano con la de Cassian—Me necesita.
—Mavie, te lastimó. No quiero verte sufrir por este infeliz otra vez.
—Sé que me hirió, pero requiere una oportunidad de explicarse. No lo pienso condenar sin escucharlo.
—Bien, llévalo a su casa. Tiene días que no ve un baño. Regresa a casa sana y salva.
—Gracias, papá—besé su mejilla—Laury, cuida de mi padre.
—En mejores manos no podría estar, amiga—me guiñó un ojo.
Reí mientras se alejaban. Me volví hacia Cassian, que por primera vez estaba callado, con la mirada perdida en mi maleta, sosteniendo mi mano con tanta fuerza que temía que me rompería algún hueso.
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"El Abogado de la Mafia" { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨✅}
RomanceQuizás te habían dicho que es un abogado novato, pero no es verdad. Es el diablo en persona: ruso, millonario, codiciado, peligroso y sin escrúpulos. Así se describe Cassian Rostov, un abogado de la mafia. Las leyes del abogado perderán su rigidez c...