"Turquía"

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Cassian

¿Mí amor?

Las palabras me salieron naturales, mi amor se repite en mi subconsciente. Es el debut de algo nuevo en mi. Nunca he dado ni siquiera los buenos días a una mujer ni he dormido en la misma cama con una. Y solo viene esta niña y pone mi mundo patas arriba, llevándose toda mi atención.

—Dilo de nuevo—sus ojos brillaron—Repítelo otra vez.

—Mi amor—afago su labio superior—Eso eres. Mi amor.

—Me gusta, dímelo simpre "Mi amor".

—Qué exigente—solté una carcajada—Mi mujer, es muy quisquillosa.

—Otra vez—pide—¿Si?

—Vamos, mi amor.

Sostuve su mano y la llevé hacia el fondo del avión, donde había una cama especialmente para nosotros. Cerré las cortinas y ella se tumbó sobre la cama. Llevaba un vestido corto y fue fácil para mí arrancarle las bragas. Ella jadeo suave lo que se avicinaba sobre ella sería muy placentero. Me importa una mierda, que la azafatas nos escuchen.

Le daré placer a mi mujer, y es mejor que pongan atención. Como un hombre, se entrega al abandono por la mujer que lo tiene a sus pies.

—Abre las piernas. No oses, en cerrarlas—demandó desabrochando los botones de mi camisa, sin apartar mis ojos de los suyos—Voy darte placer pequeña.

—Señor.

—¿Si?—me deshago de mi camisa, y bajo el cierre de mi pantalón—¿Que desea mi mujer?

—A ti. Te quiero, dentro de mi.—implora.

—Siempre estaré dentro de ti.

Su mirada se pierde en mi boca, y se lame los labios. Bajo la tenue luz sus pupilas refulgen de excitación. Me agacho y voy besándole el cuello con ternura, introduzco un dedo en su vagina. Su cuerpo se eleva, sobre las sábanas gime en cuanto percibe mis movimientos en su conducto vaginal.

—Mmm...

La rodeo con los brazos, apoyo mi frente en la suya, coloco la polla en la entrada de su precioso coño. Vuelvo a cogerle las manos y las guío sobre el clítoris, alternándolas, una y otra vez, oprimía, acariciando y excitándola. Ella se retuerce cuando le muerdo la nuca. Empiezan a temblarle las piernas.

"Está mujer me tiene en sus manos"

—Cassian...

—Grita, pequeña, no te contengas grita.

De una sola embestida me metí dentro de ella. Grito mientras sujetó mis brazos con fuerza, arruñando mis bíceps. El deleite vorazmente la absorbía sus paredes me apretaban el pene, y estaba a nada de correrme dentro de ella "Mierda" ¿En donde aprendió eso? Me gustaba como su vagina se comprimía tras recibirme dentro.

—Me gusta que me aprietes dentro vida.

—Mmmm... duele un poco.

—Te dije que dolerá cuando no esté adentro vida mía.

Me muevo despacio y a su ritmo. Tenía miedo en lastimarla, mi tamaño es muy grande, y aún su pequeño coño no me recibe del todo. Clavó sus uñas en mi piel, dejé que lo hiciera ella podría marcarme si así lo quisiera. Salía. Entraba. Volvía a fuera. Regresa a dentro; sus gemidos eran música para mis oídos lo disfrutaba tanto que me llenaba por completo.

Las azafatas del otro lado, no interrumpieron muy inteligentes. Las habría estrangulado si lo hubieran hecho.

—Me voy a correr Cassian...

"El Abogado de la Mafia" { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨✅}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora