"El doctor Derek"

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Mavie

La semana expiró y no había sabido nada de Cassian. Menos mal que no ha venido a buscarme. Espero que siga así, aunque dudo que lo haga, ya que dejó muy claro que no quería a este bebé. Miré por un momento hacia el fondo. Comenzaré una nueva vida y me dedicaré más al arte y a cuidar de mi embarazo.

—Mavie, debes salir de ese agujero. Yo misma iré a por tu padre, digo, a sacarte —sostenía una videollamada con Laury.

—No me apetece salir, Laury.

—Venga, no puedes derrumbarte por alguien. Uno se cura con el tiempo, te lo digo amiga mía, solo dale tiempo. Las amarguras pasan y el dolor solo es un ratito.

—Le diré a Roxan sobre irme a California.

—Tiene que venir con nosotras. No podemos dejárselos a esas mujeres.

—¿Cuáles mujeres?

—Esas que lo pretenden.

—Mi padre está soltero, no le conozco a ninguna mujer.

—Préstamelo para jugar, yo también estoy soltera.

—¿Qué cosas dices, Laury? —me sacó una sonrisa forzada.

—No es lo que digo, es lo que quiero hacer —afirmó—. Iré por ti. ¿No iremos a la cita médica?

—Aún falta una hora, papá dijo que me recogería.

—Sal de esa cama y arréglate, mujer. No podemos dejar a tu padre esperando, digo, a la doctora. Vámonos.

—Te veo en el hospital, Laury.

—Sin falta, ahí estaré —colgó.

—Mavie —tocó la puerta suavemente—. Cielo, ¿estás lista?

—Lo estaré en unos minutos, papá.

—No demores, nena, hay alguien que quiero presentarte.

—Me daré prisa, papá.

Unos minutos más tarde, emergí preparada. Llevaba unos jeans, una camisa y unas botas negras altas, el cabello recogido. Roxan me miró como solía hacerlo, con cariño.

—Mi niña está muy hermosa.

—Me harás llorar, papá.

—Esas lágrimas evítalas cariño. Vamos, iremos a ver cómo crece mi nieto.

Subí al coche donde mi papá me esperaba, y tan pronto cerré la puerta y me puse el cinturón, arrancó. Conducía con esa calma suya, atento a cada detalle del camino, pero no tardó mucho en lanzarme una mirada de reojo.

—¿Cómo te fue con Cassian Rostov? —preguntó neutral.

Suspiré y miré por la ventana, bien papá. Me enamoro, me lastimo, y como si fuera poco me embarazo. De maravilla mis minis vacaciones con un criminal.

—No hablamos de eso, papá.

Papá mantuvo la calma al volante, pero su curiosidad no se había desvanecido.

—¿Por qué no quieres hablar de eso? —insistió, más suave, dándome espacio para responder.

—No viene al tema ahora, papá. Ahora solo importa mi bebé.

—Está bien, lo entiendo —esbozó una leve sonrisa mientras seguíamos avanzando. Luego, como si cambiara de tema intencionadamente, añadió—: Sabes, hija, estuve pensando en nombres para mi nieto. Si es niño, me gusta Aaron, y si es niña, Arabella. ¿Qué opinas?

—Me gustan mucho, papá —La sorpresa me hizo sonreír; no me esperaba esa salida tan inesperada y amable.—Arabella Montes.

—Mi nieta Arabella Montes.

"El Abogado de la Mafia" { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨✅}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora