Cassian
La lujuria es un pecado capital, pero la tentación es la naturaleza del pecado. Quien diga lo contrario aún no ha llegado a este mundo y no sabe lo que es pecar y caer ante los pies de una mujer. Y no cualquier mujer, "Mi mujer."
Tomé su mano y ella me sonrió. Subimos las escaleras hasta llegar al balcón, donde el cielo estrellado se extendía sobre nosotros. No me considero un hombre romántico y jamás había hecho algo así. Me desconozco por completo, pero la felicidad de ella es lo más importante. Si ella es feliz, nada más importa en este mundo. Ella siempre será mi prioridad.
Había una cama decorada con sábanas blancas, rodeada de velas aromáticas, un toque de mi estilo pero sin ser empalagoso.
Mis acciones son instintivas, dejándola en el suelo en tanto nuestros labios no se separan. Lentamente me despojo de mi ropa, palpando su tacto en cada movimiento. Ella se desnuda ante mí en un instante, revelando su belleza sin inhibiciones. Me suspendo un momento para admirarla, asombrado por su esplendor.
—Eres preciosa, pequeña.—la elogió.
—¿Me harás el amor ?—reitera nuevamente.
—No, pequeña—regreso mi atención, hacia ella—Vamos a follar, y hacerlo duro.
—¿Qué es hacerlo duro?
—Eres muy inocente para este mundo tan cruel. Voy abrir tus piernas para mi, y voy a comerte ese pequeño coñø virgen que tienes.
Entreabro los labios, y en ese mismo acto le introduzco el pulgar.
—Se buena y obediente pequeña—me arrimo a su oído y susurro—Conocerás el cielo, y sentirás como el placer te devora.
—Es que yo—Se interrumpió y negó con la cabeza.
—¿Qué pasa?
—Eres muy intenso.
Mavie echó la cabeza hacia atrás y me eché a reír a carcajadas. Mi pecho razonaba de buen humor y me costó no contagiarla. Esperaba que no estuviera riéndome de ella, y no lo hacía; con el pulgar liberé el labio inferior de entre los dientes.
—Si te parezco intenso, menos mal que no sabes lo que estoy pensado ahora mismo.
Se ruborizó ante la reacción de mi cuerpo contra el suyo, pero no apartó la mirada.
—Cuéntamelo.—exige.
—Deseo hacerte mía. No solo esta noche, sino todas las que vienen —cuchicheó sobre sus labios—. Ardo por ti, Mavie, pero es mucho más que hambre física; te anhelo completamente.
Ella solo se muerde los labios; y me frustra más porque estoy excitado. Es una tumba, y me preocupa que se esté echando hacia atrás.
—¡Di lo que quieras!—la animo—No pasa nada. Di lo que sientes Mavie, lo que deseas.
—Quiero que seas el primer hombre de mi vida Cassian. Soy tuya, si me quieres.
—Soy el último hombre de tu vida, eso lo juro.
Esta vez, fue ella quien se apoderó de mi boca, besándome con ansia. Su beso, prendió fuego en mis entrañas despertando un alborotado sentimiento. La deseo. Nunca lo he ocultado. Siempre he sido sincero. Mis manos viajan hacia sus caderas y su trasero provocándola excitándola. Ella me besó una vez más, pero se lo impedí sujetándole la cara con una mano.
Es mía, la tengo como la quería, como lo soñaba. Como lo añoraba es mía, solo mía.
—¿Estas segura de esto Mavie?—jadeo perdido—Una vez que continuamos no voy a ceder, ni tendré clemencia.
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"El Abogado de la Mafia" { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨✅}
RomanceQuizás te habían dicho que es un abogado novato, pero no es verdad. Es el diablo en persona: ruso, millonario, codiciado, peligroso y sin escrúpulos. Así se describe Cassian Rostov, un abogado de la mafia. Las leyes del abogado perderán su rigidez c...