"El Abogado de la Mafia" { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨✅}

"En el avión"

Cassian

Me desperté en las primeras horas. Los recuerdos de mi padre atormentándome una vez más. Mavie dormía a mi lado, sus brazos rodeando mi cintura. Me acurruqué más cerca de su cuerpo, abrazándola y enterrando mi rostro en su pecho, inhalando su delicioso aroma. Esta mujer me tiene completamente loco, por ella y es mi perdición.

—Mientras yo viva pequeña, siempre serás feliz, Mavie.

—Cassian—se movió soñolienta.

—¿Si, pequeña.?

—No me dejes, por favor abrázame.

—Nunca lo haré. Lo prometo, no te dejaré.—me uní a ella, y a los segundos me quedé dormido.

El amanecer cayó sobre la mañana y besé a mi mujer antes de despertarla. Ella tenía un sueño profundo, demasiado diría yo.

—Pequeña, vamos, despierta. Tenemos que irnos.

—Unos minutos más, por favor —murmuró, aún medio dormida.

—Si no te despiertas, no iremos a Turquía.—prevengo—Pienso follarte toda la mañana.

Se incorporó rápidamente y me beso. Sonríe es una niña en cuerpo de mujer, y me fascina que sea solo mía.

—Vámonos.

—¿No tienes una cita con tu amiga?—enmarcó una ceja.

—Si. ¿A qué hora partimos?—pregunta al mismo tiempo que envuelve sus brazos, alrededor de mi cuello.—Huele delicioso señor Rostov.

—Vida, nos iremos a la hora que quieras—la beso—Deja tus manos quietas, o no vamos a salir de aquí.

—Eres mío—ilustra—Puedo hacer lo que quiera contigo.

—Yo pensaba que era el único celoso, y posesivo.

—Eres mío.—repite decidida.

—Con todo y papeles.

—Más te vale que si.

—Iré a la oficina vida—colocó un mechón detrás de su oreja—Avísame cuando termines.

—Está bien, señor Rostov.

Se abalanzó sobre mi boca y me besó, y me dejé guiar por ella. Es una tortura tenerla cerca y no poder tocarla como quiero. Al mismo tiempo, es paz. Es todo lo que quiero. Ella es mi mundo.

Mavie

Iría a Turquía. ¿Quién se lo podría imaginar? Conoceré ese hermoso país. Esperaba a mi amiga Laury en el parque. Mi novio me dejó aquí, a regañadientes pero lo hizo. Antes de irnos, quiero compartir con mi amiga. Me levanté de la banca en cuanto la vi. No venía sola. Con ella venía un chico de cabello castaño, ojos verdes, estatura mediana, que se acercó con ella agarrado de manos. Supuse que tal vez era su pareja.

—Mavie, este es Adrián mi mejor amigo. Adrián, Mavie.

—Hola, Adrián —le ofrecí mi mano y él la tomó—. Es un placer.

—Laury no me comentó que eras muy bella —dijo Adrián, haciéndome sonrojar—. Hermosa Isabella.

—Es Mavie —interrumpió Laury, alejándolo un poco de mí—. Mavie, Adrián.

—Vamos por el helado, Mavie. Tenemos muchas cosas de qué hablar. ¿No te incomoda que traje a Adrián? Se me pegó como chicle, no tuve opción.

—Oye —protestó Adrián.

—No, para nada. Mientras más amigos, mejor.

—Ella me cae bien —me miró coqueto—. Muy bien.

—Adrián, déjala en paz. Te lo advierto.