Quizás te habían dicho que es un abogado novato, pero no es verdad. Es el diablo en persona: ruso, millonario, codiciado, peligroso y sin escrúpulos. Así se describe Cassian Rostov, un abogado de la mafia. Las leyes del abogado perderán su rigidez c...
El arte es una escapatoria del mundo real, donde los artistas le dan vida a una pintura a través de un lienzo. En esta competencia, debo darme a conocer y lograr uno de mis tantos sueños: ser una pintora reconocida. Camino con mi pintura en manos por los enormes pasillos, distraída, cuando choco con alguien y ambos caemos al suelo.
—Lo siento tanto, perdone. No me fijé —digo incorporándome.
—No te preocupes, fue un accidente.
Ella me ayuda a ponerme de pie, y al mirarla noto que tiene una apariencia de ser una pintora entregada al mundo del arte. Tiene rasgos morenos, piel color arena, ojos grandes y redondos, labios llenos y cabello oscuro recogido. Su estatura es de 1.62 y me sonríe, extendiendo una mano hacia mí.
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—Un placer, soy Laury Rodríguez —dice con amabilidad.
—Mavie Montes—estrechó su mano—El placer es todo mío.
— ¿Estás algo nerviosa por la competencia? —me pregunta Laury.
—Estoy un poco inquieta —admito—. ¿Y tú también vienes a mostrar tu arte?
—Sí, además de pintar, también hago arte con las uñas —atiende ella con una sonrisa.
— ¿Arte con las uñas?
—Es fascinante. Me encantaría mostrártelo, pero ahora tenemos que ir a la competencia —dice animada.
—Me gustaría verlo.
—¿Me das tu número Mavie?—asiento y ambas intercambiamos números.
"Arte"
Todos tomamos nuestros asientos, observando cómo cada pintor exponía su arte. Había hecho una amiga, Laury. Es tan encantadora; transmite paz y alegría con solo convivir con ella. Apenas han pasado unos minutos y puedo percibir que sabe escuchar y no juzgar a las personas.
Laury expone su arte y los jueces le dan un nueve. Es muy talentosa y su obra es hermosa. Ella levanta los pulgares hacia mí y le sonrío. Respiro profundamente, me armo de valor y camino hacia el escenario. Tengo mi pintura tapada con una sábana blanca. Laury me abraza y me susurra: "Tú puedes".
Cuando ella baja del escenario, me armo de valor y muestro mi obra a los jueces. Algunos de ellos quedan impresionados, pero uno en particular me mira con desaprobación. Recibo calificaciones de diez por parte de la mayoría, pero el juez a mi lado me da un 0.
—No tienes talento, no sé qué haces aquí, tu obra de arte es una copia, un plagio de Vicent Van Gogh . No eres más que una decepción sin creaciones.
— ¿Que tonterías dices Miguel?—se opone un juez—Para mí, tiene un arte impresionante.
—Estoy de acuerdo—dice el otro—Tiene un talento innegable. Su obra es simplemente maravillosa.
