La habitación estaba cargada de tensión. El príncipe Carlos y la princesa Diana se encontraban frente a frente, sus miradas reflejando una mezcla de tristeza y conflicto. La decisión de la reina Isabel de enviar a la princesa Isabella a la formación militar pesaba sobre ellos como una losa.Diana: (Con voz temblorosa) "Carlos, ¿cómo puedes estar de acuerdo con esto? ¿Cómo puedes permitir que nuestra hija se enfrente a la guerra y al peligro?"
Carlos: (Suspirando) "Diana, no es mi elección. La reina ha decidido que Isabella debe cumplir con su deber como miembro de la familia real, debe conocer todas las facetas de nuestro país."
Diana: (Con lágrimas en los ojos) "¿Y qué hay de su pasión por la medicina? ¿Y su deseo de ayudar a los demás? ¿Cómo podemos enviarla a la guerra cuando su corazón está en salvar vidas?"
Carlos: "Diana, entiende, yo también tengo miedo por ella, pero la reina insiste en que es necesario. No podemos desafiarla."
Diana: (Con voz entrecortada) "¿Y si algo le sucede? ¿Si no regresa? ¿Cómo podré soportarlo?"
Carlos: (Tomando su mano) "Diana, somos padres, debemos confiar en que Isabella es fuerte y valiente, ella no estara sola; tendrá compañeros, entrenadores y un propósito noble."
Diana: "Pero, Carlos, ¿qué pasa con su felicidad? ¿Qué pasa con su juventud? ¿No merece vivir sin el peso de la corona y las guerras?"
Carlos: "Diana, todos nosotros llevamos una carga, es parte de nuestro destino, pero Isabella también heredará la fortaleza de su abuela y la compasión de su madre."
Diana se levantó, furiosa y desesperada.
Diana: "¡No puedo soportarlo! No puedo ver a nuestra hija para formarse y marchar hacia la batalla. No puedo."Carlos la abrazó, sintiendo su dolor.
Carlos: "Diana, juntos enfrentaremos esto, Isabella nos necesita, y algún día, recordará que lo hicimos por amor."Así, entre lágrimas y palabras no dichas, la pareja se aferró a la esperanza de que Isabella encontraría su camino, incluso en medio de la guerra.
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Amor Diplomático: Vladimir Putin Y La Princesa De Inglaterra
RomanceEn los salones dorados del Palacio de Buckingham, donde las sombras esconden intrigas y los retratos de antiguos monarcas observan en silencio, se forja una historia prohibida. La princesa Isabella, cuarta en línea de sucesión al trono de Inglaterra...