En los salones dorados del Palacio de Buckingham, donde las sombras esconden intrigas y los retratos de antiguos monarcas observan en silencio, se forja una historia prohibida. La princesa Isabella, cuarta en línea de sucesión al trono de Inglaterra...
Han pasado unos meses desde la llegada de la princesa Isabella de la guerra, y en un viaje inesperado a Rusia, el presidente Vladimir Putin, intrigado por su presencia, decidió sorprenderla a través de un trabajador de confianza, envió un elegante vestido y una invitación para encontrarse en el jardín de su residencia en Novo-Ogaryovo.
Isabella llego a la residencia y se encontró al presidente esperándola en la entrada.
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Bienvenida, Isabella. Me alegra que hayas aceptado mi invitación (entregándole un ramo de rosa) Veo que el que le regalo ese vestido no se equivocó en que se vería hermosa con él.
La princesa se sonrojo "Alguien lo envió (se dio cuenta del comentario) y le dice: fuiste tú ¿verdad?
-Si, respondió el presidente
-Gracias, es hermoso, y es un honor estar aquí, pero ¿Por qué estés encuentro secreto?
-Porque hay algo que necesito decirte.
Fueron al jardín donde había una mesa de madera con dos sillas y una variedad de comida, debajo de un árbol que les daba sombra.
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Se sentaron y comenzaron a charlar
-Este lugar es mágico
-Así es, pero hay algo más mágico aquí
-¿A qué se refiere?
-A nosotros, desde que intercambiamos mensajes y cartas secretas, he sentido una conexión profunda. No puedo evitarlo, Isabella, estoy enamorado.
Isabela sorprendida "Vladimir, yo también siento lo mismo, pero somos de mundos diferentes.
Los mundos pueden converger, Isabella, la guerra nos ha enseñado que la vida es frágil, no quiero perder más tiempo.
-¿Qué propones?
-Que seamos valientes, que enfrentemos junto lo que venga ¿aceptarías ser mi compañera ente danza de la vida?
-Primero tienes que hablar con mi familia.
-Ok, organizare un viaje muy pronto para discutirlo con tu familia, pero me tranquiliza que tu sientas lo mismo.
