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'Mayo de 1976

Puede que Salazar esté castigando mi mísera existencia.

No es un secreto que adoro pociones, realizar una poción es como hacer arte, cada corte, cada medida, es tan preciso que si no lo realizas correctamente todo ese trabajo deja de servir. Es la única cosa en mi vida que puedo controlar.

Por eso es una molestia que el profesor Slughorn haga trabajos en pares, la gente no suele ponerle la pasión necesaria y lo ven como algo irrelevante. Soy yo el que suele poner de más cuando hago uno de esos trabajos, mis compañeros -aunque nunca malos- olvidan sus obligaciones. Pero jamás había sentido tal molestia como cuando el profesor pronunció las palabras 'Black y Snape' en la misma oración.

Tener a Black como compañero será la cosa más desesperante de mi vida.

(...)

Harry cerró el libro y suspiró pensando que parecía una película adolescente de esas que Remus alguna vez le había mostrado y que a Hermione le gustaban tanto. El grupo de su padre siendo los bullying y Snape el acosado. Por un lado podía imaginarse al profesor Snape siendo un Perfecto blanco para las bromas, por otro... no le agradaba para nada.

"¿Leyendo en tus tiempos libres Potter?," la voz chillona lo hizo voltear los ojos. "Me sorprendes que tan siquiera sepas leer."

"Piérdete Malfoy," cubrió lo más que pudo el diario. No esperaba para nada la intervención del Slytherin. "Algunos tenemos otras cosas que hacer aparte de estar molestando."

Draco Malfoy no era en sí una presencia insufrible, era esos típicos niñatos que se pavoneaban por tener dinero y prestigio, pero fuera de eso no lo molestaba, no como otros niños.

"Si bueno eso..." su sermón nunca llegó en cambio Harry tuvo que levantar la mirada para observar como el rubio estaba adverso a la conversación. "Por Salazar, ¡tienes la edición nueva de AeroQuaffle!," miro con asombro la revista con la que Harry había tapado el diario. "¿Como... mi padre me dijo que no podía conseguirla."

Harry parpadeó intentando hallarle sentido a lo mencionado. Draco Malfoy parecía ser una persona decente después de todo.

"Ah si," avergonzado la saco de su mochila para entregársela. "Mi tío Remus trabaja en la editorial," lo dijo con tanto orgullo, por primera vez levantó el mentón, así como Malfoy hacía regularmente cuando presumía algo.

"¿El profesor Lupin?," el chico alzó una ceja, Harry siempre se preguntaría cómo lograba hacer eso. "Vaya mínimo ha saltado de nivel, dejando ese trabajo miserable por uno mejor pagado."

Tuvo que ignorar el comentario mordaz porque por primera vez, Harry quería seguir teniendo una conversación civilizada con Malfoy.

Ese era su pensamiento hasta que Ron interrumpió.

"¿Harry?," su voz sonaba tensa, y también se notaba molesto.

Oh no.

"Pero mira quien llego," Malfoy dejo de lado la revista y regreso a su postura recta de siempre. "Uno de los Weasley."

Harry tuvo que detener esto antes de que se convirtiera en una discusión innecesaria . "No lo hagas Ron."

"Oh, era ese Weasley," comenzó a reírse.

Ambos Gryffindors salieron de ahí. Ron estaba rojo como su cabello y Harry se sentía desilusionado, se puso triste por su conversación incompleta y molesto por lo banal que era Malfoy.

Caminaron un poco más hasta llegar al retrato de la vieja gorda. Fue ahí donde al decir la contraseña, Ron entró con prisa.

"¡Ron!," se quejó Hermione en cuanto el chico pasó a su lado y la empujó ligeramente. "¿Sucedió algo?."

El Diario |Snirius|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora