El Diario |Snirius|

10

Harry había estado siguiendo a Malfoy por los pasillos, manteniéndose a una distancia prudente, pero sin dejar de observar sus movimientos. Malfoy caminaba junto a Pansy Parkinson, quienes conversaban en voz baja. Cuando finalmente decidió acercarse, Malfoy lo notó y le lanzó una mirada extraña.

Antes de que Harry pudiera decir algo, Parkinson fue la primera en hablar. "¿Qué quieres, Potter? ¿No tienes nada mejor que hacer?" soltó con su típico tono sarcástico.

Harry la ignoró por completo, dirigiéndose directamente a Malfoy. "Necesitamos hablar, Luna me dijo que..."

No tuvo tiempo de terminar la frase. Pansy lo interrumpió, mirando a Malfoy con curiosidad. "¿Todavía hablas con Lovegood?" preguntó, con un dejo de malicia en su voz.

Draco, visiblemente molesto, lanzó una mirada a ambos. "No es asunto de ninguno de ustedes," replicó con frialdad.

Pansy pareció herida por la respuesta, pero a Harry no le importó. Justo entonces, Ron llegó al lugar, viendo la tensión en el aire y asumiendo lo peor.

"¿Qué pasa aquí? ¿Acaso los Slytherin te están molestando, Harry?" preguntó Ron, poniéndose a la defensiva.

Malfoy esbozó una sonrisa burlona. "Oh, Weasley, siempre tan noble y estúpido."

La tensión creció aún más cuando Malfoy decidió que ya había tenido suficiente. "Vámonos, Pansy," dijo con impaciencia.

Pero ella permaneció en su lugar, mirando a Malfoy con insistencia. "¿Qué hay de Lovegood?" volvió a preguntar.

Harry, ya irritado, repitió que necesitaba hablar con Malfoy. Esta vez, Draco, claramente frustrado, tomó a Harry del antebrazo y lo apartó. "Vete al demonio, Pansy," dijo con desprecio, y luego lanzó un insulto rápido hacia Ron antes de alejarse junto a Harry.

Mientras caminaban por los pasillos, Harry intentó romper la tensión mencionando, "Trataste muy mal a tu novia, Malfoy."

Draco, irritado, lo miró con desdén. "Primero, no es mi novia, y segundo, no sabes nada de las relaciones entre Slytherin, así que te sugiero que cierres la boca."

Llegaron a un rincón más solitario del castillo, donde Draco se detuvo abruptamente, cruzando los brazos sobre su pecho. "¿Y bien?" preguntó, mirándolo fijamente.

Harry respiró hondo antes de decir, "Luna mencionó que eres el ahijado de Snape. No me sorprendió tanto como que Luna lo supiera, en realidad."

Draco se quedó helado por un momento, tratando de procesar lo que Harry sabía, pero todavía no entendía qué quería. "¿Para qué necesitabas hablar conmigo si ya sabes eso?" preguntó, confuso.

Harry comenzó a hablar rápidamente, como si temiera no tener suficiente tiempo. "Tal vez cometí un error. Yo solo lo encontré, sabía que debía devolverlo, pero me dejé llevar y ahora todo se está saliendo de control. Crouch lo sabe, y si Snape lo descubre, podrían expulsarme, o peor, desatar su furia."

Draco, más confuso que nunca, lo detuvo, agarrándolo de los hombros y sacudiéndolo levemente. "¡Potter! No entiendo lo que estás diciendo."

Harry lo miró a los ojos, esos ojos grises que tanto le recordaban a su padrino. "Tengo lo que Snape está buscando," dijo finalmente, en un tono apenas audible.

La expresión de Malfoy cambió de inmediato. "Debes devolverlo. Ahora mismo iremos a hacerlo," dijo, decidido.

Pero Harry lo detuvo, sacudiendo la cabeza. "No entiendes, no puedo simplemente devolverlo."

Lo que siguió fue una discusión acalorada. Harry mencionó en un tono casi despectivo cómo Snape parecía no ser humano, como si no tuviera sentimientos, aunque en el fondo sabía que eso no era cierto después de haber leído el diario. Malfoy, claramente ofendido, no apartó su mirada. "No sabes nada de lo que estás diciendo, Potter. No conoces a ninguno de nosotros, y te debería importar un carajo lo que hace el profesor Snape. Ni siquiera te pido que lo entiendas, pero sea lo que sea que tienes, no te pertenece. No tienes derecho a tenerlo."